Para el inquilino del Palacio Nacional todo está bien en el país y el pueblo es feliz, y todo lo malo que ocurre en el país es para dañarlo, generado por la oposición y con fines oscuros.

Ante la veda impuesta por las autoridades electorales, el presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta la disyuntiva de cómo llenar las tres horas diarias de la Mañanera, sin ataques ni recuento de obras.

Según el gobierno las cosas están bien y esta semana nos bombardeó con una serie de cifras que pintan un panorama que parece distinto a la realidad.