¿Sabían que Mónica Lavín tenía un terreno en la Luna? No les miento, leí las escrituras. Cada que nos topábamos exponía. Amiga, para qué quieres ese solar...
Hay novelas tan bien escritas que es posible hacer una pausa y apartar nuestra fragilidad. Tal es la gran virtud de La isla de la mujer dormida, novela de Arturo Pérez-Reverte
Martín Solares ha creado una curiosa estética donde trabaja los planos de la vida y la muerte, la luz y la oscuridad
Todos los personajes van quedando en el camino de la vida, menos la princesa María Aleksándrovna, que incluso sobrevive al caballo dorado, un hermoso corcel que llamaba la atención hasta de los escépticos.
María de Alva escribe capítulos largos donde nada deja al azar. Su narrativa es fresca y profunda, emocionante, de tal suerte que usted siempre querrá saber qué pasa.
Es inevitable. Sentirán cada atmósfera narrada como un desprendimiento absurdo de lo que llaman normalidad. Recordarán a dos grandes maestros de la literatura latinoamericana y eso está bien
Con suavidad sedosa, desliza profundos sentimientos que rebasan los versos para entrar directos en los corazones. Su poesía, se siente. Flota alrededor y llena los ojos y la capacidad de comprensión.
Ya lo dije pero lo voy a repetir, Velázquez escribe muy bien. Tiene el instinto y lo aplica en cada una de sus historias. Justamente, el arte literario consiste en eso, en contar bien
Durante la obra, nos mantenemos atrapados en una red que Murray teje y desteje, en un mundo donde parece estar prohibido vivir el complicado sueño de ser uno mismo.
Usted es hija de la doctora Annie Pardo, que ya dictó una conferencia en El Colegio de Sinaloa, y creemos que sabrá mirar al país completo y en Sinaloa estamos ansiosos por notarlo.