Dentro del léxico, desaparecido es la palabra más dolorosa. Duele más que muerto e incluso pesa más que suicida. Las tumbas brindan certeza. Las muertes sin cuerpos impiden cerrarlas.
Entre más “dure” el paciente, más se gana, o por falta de interés en conceptos filosóficos, los galenos no permiten que los pacientes fallezcan “antes” ni ayudan a morir con dignidad (eutanasia).
Israel: otra mirada
El ideario iraní, al igual que el siniestro Hamas —nunca será suficiente repetirlo miles de veces—, es desaparecer a Israel del mapa.
Cambio climático y salud
Hamas y el pueblo palestino
Los israelíes, al menos “buena parte”, no son Netanyahu, lo detestan; exigen su renuncia; no concuerdan con la invasión y las muertes en Gaza.
El número de inocentes muertos, israelíes y gazatiés es terrible. Las fotos de niñas y niños asesinados, sean judíos o musulmanes, escuecen. La ideología de Hamas impide cualquier diálogo, no sólo con Israel, sino con Occidente.
Antisemitismo
Las protestas estudiantiles en Estados Unidos exigen alto a la destrucción de Gaza. Ni una sola dedica eslóganes a favor de la liberación de los rehenes ni condenan a Hamas.
Durante casi 17 años el déspota se ha mantenido en el poder. Ha hecho y desecho la estructura de su país, años atrás modelo democrático en un área yerma de naciones democráticas.
Cuando un galeno nota “peligro” en posibles acciones de su paciente, tiene la obligación de romper la confidencialidad y avisar a las autoridades. Guardar o no el secreto profesional, ése es el dilema.
Netanyahu y Hamas
Entre más transcurre el tiempo del conflicto en Gaza, los políticos deseosos de hacer la paz pierden; entre más meses se suman, los inocentes pierden.