La siempre rota relación entre israelíes y oriundos de Gaza se ha deteriorado más. Cada muerto, palestino o israelí, incrementa la hondura del conflicto y nulifica el valor de las palabras.

Lo "judío” engloba un enorme y abigarrado mosaico. La “ecuación judía” contiene incontables avatares, algunos lógicos otros ilógicos. “Lo judío”, un mundo sui géneris.

El problema vivo e inmediato es evidente: de no pararse la máquina humana que destruye, sin obviar los cambios propios de la naturaleza, la Tierra y la humanidad están en peligro. Nuestro tiempo, el de los Homo sapiens, podría acabarse.