En el Palacio de la Zarzuela debieron aplicar la conseja de “A palabras necias, oídos sordos”, tratando de encontrar una explicación razonable al embrollo de pedir que se disculpe un país por hechos ocurridos hace más de 500 años. Quitar estatuas alusivas, poco aporta.

El calor humano es de ida y vuelta. A la Presidenta no le sobra recibirlo y al pueblo maltratado por una tragedia como los huracanes, le hace mucha falta. Y si le toman fotos, ¿qué?

Que el destino nos permita ver un futuro mejor. Nos lo merecemos. Como país, los mexicanos somos más grandes que nuestros políticos. Y, mientras tanto, que YSQ “siga su camino”. La historia lo juzgará. Y nosotros también.

Según un estudio, un 90% de las frases factuales dichas por el mandatario mexicano no corresponden a los datos y estadísticas confiables, incluso de su propio gobierno.

La aprobación en el Congreso de la Reforma Judicial ha permitido el surgimiento, o la visibilidad, de nuevos liderazgos sociales. Tal es el caso de Patricia Aguayo Bernal, la vocera de los trabajadores del Poder Judicial de la Federación.

Hasta ahora no les alcanzan los votos y tampoco serían respaldados por la mayoría de los magistrados electorales, quienes tendrán la palabra el 28 de agosto.