El desarrollo de un auto desde cero implica una gran cantidad de trabajo, dinero y esfuerzo. Hay muchos detalles que cuidar, proveedores que contactar y cosas por hacer. Para reducir un poco este trabajo, especialmente en autos de alto nivel, es común que recurran a piezas de marcas comunes y corrientes para algunos elementos.
La diferencia es que muchas veces los acomodan de diferente manera, o son cubiertas con materiales de mejor calidad que disfrazan totalmente su origen. Esta solución es inteligente y menos costosa, aunque los más “geek” llegan a descubrir de dónde salieron.
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Todos sabemos que Lamborghini es parte del Grupo Volkswagen, y que tiene gran parte del liderazgo de Audi. Es natural que botones y palancas puedan ser compartidas, pero con esto de lado, también recurre a piezas de marcas que nada tienen que ver con el Grupo.
Mediante un video de TikTok donde se reconstruye un Lamborghini Murcielago, se muestra que los indicadores laterales de color naranja son provenientes del Ford Focus de primera generación. A diferencia del compacto, que los usa para las direccionales, el Lambo cambia su orientación y sirven como luz de posición.
El segundo elemento es el control del climatizador, desde la pantalla hasta los botones. Si bien, tienen una tapa con “Lamborghini” escrito sobre ella, la unidad que controla el aire acondicionado tiene su origen en el Rover 45, un sedán británico. Incluso, esa misma parte la usa el Pagani Zonda.
Cabe mencionar que esto implica también una diferencia abismal en los precios de refacciones, pues al adquirirlo directamente con Lamborghini, los indicadores laterales tienen un costo de 181.28 libras cada uno ($3,971.50 pesos), mientras que comprarlos para un Ford baja a 6.90 libras ($151.17 pesos).
Por su parte, la unidad del climatizador tiene un precio de 1,513.51 libras ($33158.10 pesos), cuando al pedirlo para un Rover puede conseguirse en 24.20 libras ($530.18 pesos).
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Además de estos dos elementos, anteriormente el Lamborghini Diablo usaba los faros del Nissan 300 ZX con permiso de la marca japonesa, solamente que cubría con una ceja de fibra de carbono el nombre.
Nuevamente, se trata de una manera de reducir costos al no desarrollar desde cero el diseño ni toda la tecnología para crear un faro.