Después de una interesante temporada de tres meses a bordo de la Nissan X-Trail híbrida , el veredicto final sobre cómo es tener un híbrido en México es más amplio que un simple “sí o no comprarlo”.
Esta prueba de mediano plazo permitió encontrar los puntos fuertes y los no tanto de un vehículo que forma parte de una avanzada en la oferta de planta de poder combinada para nuestro mercado.
De entrada, el ahorro por el ahorro mismo, kilómetro por kilómetro, no es el punto prominente en este vehículo, en términos absolutos. Lo que la motorización de la X-Trail híbrida ofrece es mayor poder en el arranque aprovechando energía que de otra forma se perdería a la atmósfera, en un paquete con equipamiento, comodidad y enfoque práctico, y sin necesidad de recurrir al uso de turbocargador.
No podemos desentendernos de la realidad de que el ahorro está muy relacionado al usuario. En la prueba tuvimos resultados tan disímiles como un tanque que rindió 608 kilómetros , para el cual tuvimos una conducción más entusiasta y otro del que obtuvimos 885 Km con un manejo más moderado, para un rendimiento real de 18.06 kilómetros por litro, un resultado inclusive ligeramente superior al que la armadora publica, de 17.98. Los volúmenes comprados por recarga a tanque lleno fueron de un promedio de 48.6 litros. Ayuda a este resultado el monitorear el propio manejo con la herramienta de vigilancia que la X-Trail ofrece.
Con el poder adicional de la planta de poder híbrida , los diversos ambientes donde el vehículo tiene uso le dan ventajas específicas según se requiera. En ciudad tenemos un utilitario de respuesta más ágil en cada semáforo, y más silencioso de operar, con menos visitas en el mes a la gasolinera. En carretera el sistema híbrido le permite una recuperación y rebases en menor tiempo, con menos paradas durante el viaje, mientras que en brechas y caminos sin asfaltar la X-Trail híbrida permite ascensos de pendientes y negociación de tramos irregulares gracias a su altura al piso, la cual resulta decente sin sentirse en zancos, además ayuda la altura de la cara de sus neumáticos.
Puntos en contra tiene unos cuantos, aunque bastante menores, que en estos meses hubo oportunidad de notar. Uno de ellos es la extraña disparidad entre el acabado del tablero central contra los acabados en las puertas, parecería que se trata de partes de distintos vehículos. El armado del volante es frágil, pues si a uno se le ocurre aplicar presión al poste inferior este emite un rechinido. A nivel componentes, la suspensión resuelve las irregularidades inesperadas con una sonora llegada a tope.
Entrados en lista de deseos, sería apreciable tener una versión que usara los motores eléctricos para brindar tracción integral, útil tanto para usuarios de aventura como para quienes buscan mejor agarre en asfalto mojado.
Dejando aparte detalles pertenecientes al ámbito de las preferencias, la propuesta integrada de este producto ofrece un equipamiento de confort amplio con una planta de poder robusta, espacio de carga generoso y la expectativa usual de Nissan de elevado grado de confiabilidad. Si a eso le sumamos la reducción de emisiones de la planta híbrida tenemos un vehículo orientado al largo plazo no sólo en pruebas de prensa sino en la vida de sus usuarios.