De acuerdo a los análisis realizados por Fitch Ratings, compañía especializada en prospecciones económicas, la venta de coches este año espera ver una caída de 3.1 millones de unidades , representando un 4 por ciento menos con un estimado al final del 2019 de 77.5 millones de autos.
En comparación, un total d e 80.6 millones de autos fueron vendidos en el 2018 , que también fue un pequeño descenso si lo medimos con los 81.8 millones de unidades colocadas en el 2017. Esta fue la primera ocasión que se registraba una baja en la venta de automóviles desde el 2009 .
Este retroceso en las ventas anuales es en gran parte gracias al mercado chino , ya que la demanda por vehículos nuevos bajó considerablemente y registró una pérdida del 11 por ciento en los primeros 10 meses del 2019 comparado con el mismo periodo de tiempo del 2018.
También lee: Cómo mantener tu auto nuevo en buenas condiciones
Hablando de México
, las cifras reveladas por la AMIA (Asociación Mexicana de la Industria Automotriz) indican una caída del 7.7 por ciento de enero a octubre del 2019 en comparación con los mismos meses del 2018, dando un indicio más del panorama mundial.
En los primeros 10 meses del 2018, se comercializaron 1,150,511 coches en México, pero este año se han vendido 1,062,487 autos , marcando una diferencia de 88,024 unidades menos en el 2019.
En Estados Unidos el panorama pinta un poco mejor, pero no es positivo . La pérdida prospectada por Fitch Ratings para nuestros vecinos del norte es de 2 por ciento para finalizar el año con un estimado de 16.9 millones de coches vendidos.
Hay que recordar que las condiciones económicas actuales en el mundo no solo han afectado a la compraventa de coches, pues algunas marcas han tenido que emplear reestructuraciones que les permitan seguir adelante con la producción de automóviles o refacciones.
a principios de año que implicó cerrar puntos de producción, mientras que otras marcas como Audi recién anunciaron un recorte de 9,500 puestos de trabajo en favor a un nuevo esquema de trabajo más “ágil” que debería de facilitar la transición a la movilidad electrificada.
Otro de los puntos importantes es la preocupación sobre los vehículos diésel , que pierden paso en las ventas globales, especialmente en Europa, ya que las estrictas regulaciones de emisiones orillan a los consumidores a buscar otro tipo de transporte.