No es un secreto que, durante la década de los 60, el mundo entero vivió una revolución en términos culturales. Comenzaron a aparecer corrientes como el Rock & Roll, los jóvenes cambiaron su forma de vestimenta y, como era de esperarse, los autos también evolucionaron.
La “ época de rebeldía ” que se presentaba globalmente llegó a México , comenzando un cambio de cultura general interesante. En dicho años, si eras un joven con aires de rebelde tenías que visitar Acapulco, el destino turístico por excelencia de la época.
Por otro lado, en 1963 se dio una de las épocas más ilustres de Fábricas Automex , la filial de Chrysler que se encargaba de fabricar autos de los americanos en suelos nacionales. Más allá de replicar los modelos, Automex tenía permiso de “tropicalizar” algunos modelos para su venta en México .
En dicho año, el Comité Olímpico Internacional nombró a México como el país sede para los Juegos Olímpicos de 1968 . Con esta noticia, Automex ideó un plan para poner el nombre del país en alto: su propia versión del Plymouth V200 Signet que sería bautizada como Valiant Acapulco.
De esta forma, Fábricas Automex se dedicó a modificar el auto para hacerlo al gusto del consumidor nacional. La versión que más destacó contaba con un toldo rígido, pero no podemos dejar pasar la variante convertible para disfrutar el sol de Acapulco.
Fue tan importante el modelo para la filial nacional de Chrysler, que desde la casa americana diseñaron el propio logo del Valiant Acapulco.
Algunas de las variaciones más importantes respecto al modelo estadounidense eran el uso de un techo rígido de vinilo y la ausencia de pilares B. Esto lo le gustó a Chrysler, ya que pensaban que comprometía la rigidez estructural del auto.
No obstante, los ingenieros mexicanos desarrollaron una solución interesante. Los refuerzos estructurales fueron colocados en la parte baja de la unidad. Si bien esto añadía algo de peso, mantenía la rigidez necesaria para ser considerado un vehículo seguro.
El interior se destacaba por asientos “deportivos”, así como una palanca de cambios al piso de cuatro velocidades firmada por Hurst y volante más delgado. Bajo el cofre se encontraba un bloque de 6 cilindros de 3.7 litros con 145 hp, una cifra nada despreciable en la década de los 60.
El afamado Valiant Acapulco duró apenas 4 años en el mercado, ya que en 1967 fue sustituido por la nueva generación del modelo. No obstante, siempre será recordado como uno de los modelos más queridos del país, principalmente por su apellido.