En los automóviles, el correr del tiempo es un concepto complejo. Existen vehículos hechos para alcanzar una velocidad específica en pocos segundos, otros para llevar a la familia al destino deseado con la mayor comodidad y seguridad posible y también existe una categoría en la que el Jeep Wrangler siempre resulta el mejor referente.
En esta categoría se busca que los autos puedan sortear terrenos desiguales sin el temor de dañar el coche, escalar una montaña sin la ansiedad de caer por el vacío o, simplemente, brincar el camellón de una avenida de manera rápida para no ser sorprendidos por la ley.
Aunque muchas personas trasladarían su experiencia a bordo de un Jeep Wrangler a otros asuntos, para la unidad que estuvimos manejando esta semana, he decidido hablar de cómo la marca estadounidense ha entendido que muchos de sus clientes son fanáticos de la marca sin que esto represente un amor por el manejo offroad.
Esta decisión obedece al inicio de la venta de la versión Unlimited Rubicon Edición Deluxe , la variante que pone como prioridad algunos detalles de equipamiento sin dejar de lado las capacidades que lo harían un candidato natural al apocalipsis.
La versión, limitada a 100 unidades en nuestro mercado, se caracteriza por el equipamiento de un juego de rines de 17 pulgadas, interiores en piel café, defensas en acero, defensa delantera con la configuración lista para montar un Winch, pasos de rueda al color de la carrocería y toldo rígido del mismo tono.
Estas “alteraciones” al aspecto original del Wrangler hacen que el todoterreno por excelencia luzca más como el capricho de un ejecutivo que el vehículo para llegar a los confines de la tierra. No obstante, esta configuración permite hacer ambas tareas.
Y es que para que esta variante no se trate de un simple maquillaje estético, Jeep ha dotado a la Edición Deluxe de elementos como ejes Dana, diferenciales de bloqueo electrónico en el frente y parte posterior y neumáticos de 33 pulgadas.
Además, incluye el altamente apreciado entre “ jeeperos ” paquete Kit Trail Rated que incluye una bolsa que guarda unos exclusivos guantes, cuerda de arrastre y ganchos para realizar esa tarea.
Andar en este Jeep Wrangler no es una experiencia notablemente distinta a la de manejar la versión regular (no por eso aburrida), sin embargo, el mayor distintivo entre ambas radica en la reacción de la gente que lo ve al pasar, pues al contrario de un Wrangler “normal” que genera intimidación, este provoca asombro y respeto.
Esta versión está disponible en nuestro mercado en una sola variante que tiene valor de 1 millón 29 mil 900 pesos . Mismos que vale la pena.