Probablemente, Toyota no sea la primera referencia cuando nos ponemos a pensar en una pick-up. Sin embargo, basta recordar el maltrato que sufrió una de estas camionetas a manos de un repartidor de Pizza Planeta en la primera cinta de Toy Story para acordarse que las unidades de trabajo de esta marca aguantan todo tipo de condiciones.
Más cerca de la realidad, vale la pena recordar el experimento que el equipo de Top Gear llevó a cabo en 2003 intentando destruir una Toyota Hilux entre explosiones, derrumbes de edificios y cualquier clase de maltrato imaginable sin éxito alguno.
Por esas razones y por una probada garantía de durabilidad en la vida cotidiana, las camionetas de Toyota cuentan con una clientela de culto entre los amantes del offroad y del más extremo de los manejos.
Uno de los mejores ejemplos de esto es la Toyota Tacoma , la cual se convirtió en una opción interesante para aquellos que busquen una pick-up de la marca, pero no quieran las grandes dimensiones que presume Tundra.
A pesar de que ya la conocemos en México desde hace algunos años, estrena una serie de actualizaciones que resultan muy interesantes y, además, lo verdaderamente importante del año modelo 2020 es que ahora será fabricada en una planta de México para todos los mercados del mundo.
Esta decisión por parte de Toyota significa que la planta de Texas que, antes producía el volumen total de Tacoma, ahora se centrará exclusivamente en la fabricación de Sequoia, dejando la manufactura de esta pick-up de la casa japonesa en manos nacionales.
Esta semana tuvimos la oportunidad de manejar una de las primeras unidades salidas del nuevo complejo de Toyota en el estado de Guanajuato y, a continuación, te contamos nuestra experiencia a bordo.
Más que una “manita de gato”.
La Tacoma 2020 cuenta con algunos cambios muy específicos que, a decir verdad, podrían pasar por alto ante los ojos de una persona que no esté familiarizada con la pick-up.
Sin embargo, una vez que los notas no puedes dejar de verlos y es posible darse cuenta de la nueva parrilla frontal con una ventilación más generosa.
Este cambio implica un nuevo trazado del diseño hexagonal y del ducto que sirve como toma de aire en el cofre. Para coronar el frente, sobresale el logotipo de la marca en el centro con un contorno cromado.
Por detrás, las novedades se centran en las calaveras ahumadas con un rediseño interior y un muy sutil retoque en la fascia que necesitarías comparar con una fotografía del modelo al que reemplaza para darte cuenta.
De ahí en fuera, el resto de la pick-up se mantiene intacto. Esto es algo que le viene bien si tenemos en cuenta que es una de las camionetas medianas con diseño más agresivo y robusto que se puede encontrar hoy.
No le teme al maltrato. Desde el momento en el que jalamos la manija para abrir la puerta, podemos percibir la sensación clásica de una pick-up que está lista para lo que se le pida hacer, menos ser refinada.
Esto se nota principalmente en los materiales utilizados en el habitáculo, que en su mayoría son plásticos de tacto rígido, algo que resulta positivo si contemplamos darle un uso rudo la mayor parte del tiempo. Este tipo de superficies pueden ser limpiadas facilmente, además de resistir polvo o incluso agua.
Algo que resalta al momento de palpar el interior, es que Toyota decidió utilizar en la Tacoma una especie de plástico suave con textura tipo hule. Al principio podrá parecernos algo raro, pero al recordar que posiblemente subamos a la pick-up mojados o con lodo en la ropa, la selección de materiales por parte de los japoneses comienza a cuadrar.
La disposición y ergonomía del habitáculo favorece al piloto, pues siempre tiene a la mano elementos como el control del bloque electrónico del diferencial, interruptores que activan la corriente en las tomas de trabajo, iluminación en la caja de carga y más.
No por ser utilitaria se olvida de las amenidades, y su doble propósito se ve resaltado con elementos como un cargador inalámbrico de celulares, asientos del conductor con ajuste electrónico, aire acondicionado automático de doble zona, sistema de navegación e,
incluso, asientos delanteros calefactados.
También echa mano de una nueva pantalla más grande de ocho pulgadas para el sistema de infoentretenimiento con conectividad a Android Auto & Apple CarPlay que, a decir verdad, su operación no es rápida y durante nuestra prueba sufrió para procesar direcciones directamente en el sistema de navegación.
Todo este conjunto de elementos nos dejan en claro que, si bien hay una versión de acceso con no todas estas amenidades pero sí bien equipada, Toyota no quiere que Tacoma sea un vehículo de flotillas y está atacando a un nicho de clientes que busca una pick-up práctica pero con capacidades todoterreno que no tema llevar herramientas o elementos pesados en la caja de carga.
Configuración cargada de estilo.
No es un deportivo como podría sugerir el acrónimo TRD (Toyota Racing Development) de la versión especial que tuvimos a prueba, pero desde el momento de ponernos al volante de Tacoma 2020 y arrancar el motor, sabíamos que el manejo sería robusto y poco refinado.
No estábamos equivocados. Sin embargo, no se trata de una camioneta que rebote incómodamente ante la mínima imperfección en el pavimento. La suspensión y chasis de largueros tiene una configuración puesta a punto para no temerle a las piedras o baches y esto nos inspira confianza al volante, especialmente en caminos descuidados.
Es algo complicado adaptarte a las dimensiones de la Tacoma y esto se acentúa si no estás familiarizado con este tipo de vehículos, sobretodo en calles estrechas y entradas a estacionamientos o plazas comerciales. Cuenta con una cámara de reversa, pero se agradecerían unos sensores de proximidad delanteros o cámara de visión 360 grados.
No es una camioneta diseñada para ir rápido, pero le resulta fácil moverse en la ciudad gracias al motor V6 de 3.5 litros con 278 hp y 265 lb-pie, que se empareja a una caja de cambios automática de seis cambios como única opción.
Sus capacidades todoterreno son dictadas por un esquema de tracción integral con una caja reductora que, en conjunto a la altura al piso libre de 23 centímetros, promete mucho cuando se desee salir del pavimento y atacar caminos con tierra, agua o cualquiera que sea el reto.
Esta promesa se comprobó con una ruta de más de 520 kilómetros en las que recorrimos la península de Yucatán , llegando a las lagunas coloradas de agua rosa, atravesando por un estrecho espacio con piedras, lodo y arena que no mermaron el desempeño de la Tacoma 2020.
La caja reductora ayudó a distribuir la potencia en los neumáticos necesarios para no perder agarre y podemos decir que Tacoma cumplió con creces el objetivo de llevarnos a nuestro destino por caminos accidentados.
Sus precios irán desde los 626,900 pesos hasta los 766,900 pesos para la edición especial tope de gama.