La educación vial no sólo se trata saber manejar y conocer el mecanismo de tu coche. Existen posturas y actitudes que si se llevan a cabo, mejorarán la convivencia entre conductores y evitará peleas entre el tráfico, choques, contaminación auditiva, entre otros casos.
Estos consejos te ayudarán a manejar mejor teniendo una actitud positiva ante eventos automovilísticos:
Destreza vehicular y disminuir el uso del claxon
Para contrarrestar accidentes es muy importante gozar de destreza automovilística: mientras se maneja se aconseja educar la vista y anticiparse a lo que viene en el camino. Por ejemplo, cuando ves a la distancia un auto parado o algún estorbo, lo correcto sería usar tu direccional para pasarte a otro carril y continuar el camino. No hay necesidad de llegar hasta el punto complejo, frenar intempestivamente y exagerar en el uso del claxon, pues esta actitud sólo desencadena estrés y contaminación auditiva.
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Identifica tu carril y usa la velocidad correcta
Conocer la velocidad en las diversas avenidas que rodean la Ciudad de México es un dato muy importante. La Ciudad de México tiene limites de velocidad establecidas en la vialidades de la CDMX:
80 km/hr en carriles centrales de las vías de acceso controlado.
30 km/hr en zonas de tránsito calmado
50 km/hr circulación en vías primarias
20 km/hr en zonas escolares, hospitales, asilos, albergues y casas hogar.
40 km/hr em vías secundarias incluyendo las laterales de vías de acceso controlado.
10 Km/hr en estacionamientos y vías peatonales en las cuales se permita el acceso a vehículos.
Otro punto importante es que si necesitas incorporarte a un carril de alta, trata de mantener la misma velocidad que tienen los otros coches. Es peligroso incoporarse a un carril de flujo rápido a baja velocidad.
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Identifica la ubicación de tu destino
Es muy común ver automovilistas que van a una bajísima velocidad o, de plano, parados en un carril porque no saben a dónde van o no ubican su destino.
Es recomendable investigar la dirección en mapas de geolocalización y trazar una ruta para que la llegada sea rápida y de forma segura. Así evitamos que los otros conductores se vean afectados por nuestra indecisión.
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No manejes deprimido, alterado o cansado
Manejar cansado, alterado o deprimido sólo provocará accidentes y altercados con los otros. Si por alguna razón tu estado anímico no es el ideal y tienes tiempo de sobra, tómate un tiempo para relajarte. Muchos problemas y hasta muertes han ocurrido porque un conductor se alteró y agredió a otro de manera fatal. Manejar alterado o en una depresión podría afectar a los demás.
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Cuida tu manejo y sé un buen conductor