lanzó una versión beta de su sistema de conducción autónoma completa el pasado martes, y parece que el gobierno de los Estados Unidos intervendrá si las cosas salen mal.
En un comunicado dirigido a Reuters, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras ( NHTSA , por sus siglas en inglés) dijo que se les informó sobre la actualización de software que entregó la tecnología de conducción autónoma total a un número específico de clientes.
Si bien no parece haber habido ningún problema todavía, la NHTSA afirmó que "supervisarán de cerca la nueva tecnología" y " no dudarán en tomar medidas para proteger a los usuarios contra riesgos irrazonables para la seguridad". En esencia, el gobierno está de acuerdo con que los ciudadanos prueben los programas beta siempre y cuando no ocasionen accidentes.
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Esa decisión no fue bien vista por todos, incluidos Partners for Automated Vehicle Education, cuya membresía incluye fabricantes de automóviles y empresas de tecnología. En un comunicado, la organización criticó la medida diciendo: "Las pruebas en la vía pública son una responsabilidad seria y el uso de consumidores no capacitados para validar el software de nivel beta en las vías públicas es peligroso e inconsistente con las pautas existentes y las normas de la industria".
Por su parte, Tesla únicamente lanzó la actualización de software a cierto sector de personas que han sido descritas como “expertos que son cuidadosos”. Esta situación contrasta con las actualizaciones de software anteriores que han tenido lanzamientos amplios con resultados desastrosos, en la mayoría de las veces.
El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk , ha dicho que la prueba beta les permitirá recopilar más datos, que luego se utilizarán para mejorar la tecnología. Si todo sale según lo planeado, la tecnología de conducción autónoma completa podría lanzarse ampliamente a finales de este año. Sin embargo, Musk anunció que el sistema costará 2 mil dólares adicionales.