La batalla por ser el auto de producción más rápido del mundo tiene un nuevo rey, y es el SSC Tuatara, que rompió el récord actual y además pasó la barrera de los 500 kilómetros por hora, algo que se pensaba imposible hasta hace apenas unos días.
Si bien el Bugatti Chiron Super Sport 300 + logró 490 km/h, su récord se registró con solo una pasada, por lo que no fue oficial y el reinante era el Koenigsegg Agera RS. Ahora, el Tuatara aprovechó la larga recta de la ruta 160 en los límites de Las Vegas para establecer su récord en dos pasadas.
El 10 de octubre se llevó a cabo el intento en las manos de Oliver Webb, piloto de carreras profesional, que usó un SSC Tuatara 100 por ciento de producción con neumáticos de calle y gasolina convencional.
El resultado fue un récord promedio de 508.7 kilómetros por hora, pero la velocidad máxima alcanzada fue de 532.9 km/h. De acuerdo con el piloto, el auto todavía podía seguir acelerando, pero comenzaba a quedarse sin pista para hacerlo de manera segura.
Para certificar el récord, SSC contrató un sistema de métricas por GPS que utilizó 115 satélites para registrar la velocidad exacta, además de seguir el proceso con un helicóptero en las dos pasadas.
Mecánicamente, el Tuatara echa mano de un motor V8 de 5.9 litros con dos turbocargadores y cigüeñal plano, que da como resultado 1,750 caballos de fuerza con combustible de carreras o, la nada despreciable cantidad de 1,350 con gasolina convencional.
De acuerdo con los fabricantes, parte importante de este récord es el peso, pues detiene la báscula en los 1,247 kilos, además de un coeficiente aerodinámico de 0.279, uno de los mejores de la historia.
La producción de este superdeportivo estará limitada a 100 unidades, cada una con un precio de 1,625,000 dólares como base y 1.9 millones de dólares para la variante con aerodinámica activa para circuitos.