La Fórmula 1 ha tenido una serie de momentos que marcaron su historia. Pilotos y equipos que han dejado huella en el automovilismo, accidentes mortales y también escándalos que han envuelto a los participantes de la competencia, como el “Spygate” del 2007.
Luego de un cierre emocionante en la edición del 2006, el calendario del siguiente año ya estaba más que previsto por los expertos. Ferrari vs McLaren sería la pelea estelar de la temporada, con Kimi Raikkonen y Felipe Massa por el equipo italiano contra Fernando Alonso y un novato Lewis Hamilton quienes competían con el equipo McLaren.
La escudería británica no había ganado un campeonato desde 1999, mientras que Ferrari no había hecho lo propio desde el 2005. Luego de las primeras cuatro carreras de la temporada, el novato Hamilton sumó 30 puntos con los que dominaba el campeonato.
Todo parecía transcurrir de manera normal en el campeonato, hasta que el Gran Premio de Indianápolis comenzó. Ferrari presentó una denuncia formal contra Nigel Stepney , jefe de mecánicos de la escudería, a lo que el equipo no dio mayores detalles. El receso de dos semanas entre el GP de Indianápolis y el GP de Francia le sentó bien a Ferrari en la búsqueda de resolución del caso.
Sin embargo, la competencia continuaba y en el GP de Francia la única preocupación de la FIA y los equipos era quién se llevaría la victoria. En Silverstone, cientos de personas esperaban una victoria contundente de Hamilton pero al final Kimi Raikkonen se quedó con la victoria en el circuito.
Las situación en el equipo de Ferrari comenzó a volverse más tensa cuando los medios italianos informaron que Stepney había sido despedido por el equipo debido a “irregularidades descubiertas en la fábrica de Ferrari antes del Gran Premio de Mónaco”, según informó el portavoz de la escudería, Luca Colajanni.
Luego de que Ferrari despidiera al jefe de mecánicos, anunciaron que también habían tomado medidas contra ‘un ingeniero del equipo Vodafone McLaren-Mercedes.’ Mike Coughlan era el implicado en este escándalo por un supuesto “robo de información técnica”.
Por su parte, el equipo McLaren y Ron Dennis iniciaron una investigación interna y concluyeron que “no se ha transferido la propiedad intelectual de Ferrari a ningún otro miembro del equipo ni se ha incorporado a nuestros coches.” Posterior a esto, el equipo invitó a la FIA a realizar una inspección total de sus autos para comprobar lo anteriormente expresado.
La FIA fue bastante seria con el caso e inició la investigación unos días después del GP de Gran Bretaña, convocando a McLaren a una audiencia ante la posibilidad de que infringieran el artículo 151C del Código Deportivo Internacional. La audiencia tuvo lugar el 26 de julio del 2007 y después de esta, la FIA descubrió que McLaren había estado en posesión de documentos confidenciales que Stepney le entregó a Coughlan, por lo que habían violado el Código pero no había evidencia que probara que la escudería británica utilizara estos documentos para beneficio de su automóvil.
Ferrari tacho la decisión de “incomprensible” y presentaron una apelación, con una audiencia programada para el 13 de septiembre en el Tribunal Internacional de Apelación de la FIA.
Aún faltaban casi un par de meses para la audiencia, y el mes de agosto trajo consigo una serie de hechos que siguieron marcando el escándalo del deporte motor. El 1 de agosto, Ron Dennis envió una carta abierta al presidente de la autoridad italiana del automovilismo, Luigi Macaluso. En dicha carta, Dennis lo acusó de dar una versión falsa y deshonesta de los hechos además que afirmó que la victoria de Kimi Raikkonen en Melbourne fue ilegal.
La controversia seguía y ahora sucedía dentro de la competencia, en específico, la relación Alonso-Hamilton que comenzaba a romperse. En el GP de Hungría, Hamilton no cumplió con un acuerdo previo para conceder a Alonso durante las vueltas de consumo de combustible, por lo que Alonso tomó venganza dejando al británico en boxes.
McLaren perdió sus puntos de constructor y Alonso recibió una penalización de cinco puestos en el emparrillado. Según la BBC, al término de la competencia Alonso le dijo a McLaren que “revelaría información sobre el equipo que espiaba a Ferrari si no lo hacía.”
Para el 5 de septiembre del 2007, la FIA anunció que había recibido nuevas pruebas sobre el caso y que reabriría una investigación el día 13. Después se supo que la evidencia eran correos electrónicos que se enviaron a Bernie Ecclestone , titular de derechos comerciales de la F1, quien posteriormente informó a la FIA.
Las autoridades solicitaron a los tres pilotos de McLaren que proporcionaran pruebas relevantes y que los ayudaran en una investigación adicional. A cambio, la FIA ofreció la garantía de que cualquier información no resultaría en ningún procedimiento contra el piloto personalmente.
Finalmente, el 13 de septiembre llegaba y la FIA daría el veredicto final en uno de los días que marcarían la historia de la F1 como la conocemos hoy. La Federación declaró al equipo de McLaren-Mercedes culpable de recopilar y retener información de Ferrari de manera ilícita para conferir una ventaja deportiva deshonesta y fraudulenta.
Ahora, la penalización. McLaren fue excluido del campeonato de constructores y no recibió ningún premio al terminar la temporada. Eso no es todo, la multa económica que la FIA impuso a la escudería fue enorme, 100 millones de dólares , la cual es la sanción más grande en la historia del deporte hasta hoy en día.
La temporada “más controversial” en la historia de la Fórmula 1 culminaba con Kimi Raikkonen como el campeón mundial. La edición número 58 de la Fórmula 1 quedará grabada en la historia del deporte, y el “Spygate” será recordado siempre por exponer el secreto y los escándalos de la Fórmula 1 , pues hasta el día de hoy no se ha presentado una situación similar en el automovilismo.