Llega el momento de hacerle mantenimiento al auto, un servicio rutinario cada determinado kilometraje o tiempo, donde aceite, filtros, posiblemente bujías y frenos son sustituidos. Pero solemos perder de vista un par de elementos que son vitales para la comodidad y adecuado funcionamiento del auto.
Los soportes de motor son estos elementos de los que hablamos, y como su nombre lo indica, son los responsables de mantener al “corazón” del auto fijo en su lugar, además de absorber vibraciones naturales para que no se cuelen hacia el habitáculo.
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Como mencionamos en el párrafo anterior, los soportes de motor se encargan de reducir las vibraciones del motor hacia los pasajeros, lo que brinda comodidad y seguridad al conducir. Pero el calor que emana, el movimiento natural que tiene así como los baches los afectan.
Por ello, los soportes de motor se deben revisar constantemente para revisar su desgaste. Sin embargo, se recomienda reemplazarlos cada 80 mil kilómetros si es que no se requiere antes. Los materiales empleados son metal y uniones de goma, las cuales pueden presentar juego, lo que genera un exceso de vibraciones.
Los síntomas que anuncian un cambio de soporte de motor son fáciles de identificar, te contamos cuáles son:
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Depende del modelo, pero por lo general, los autos tienen 3 o 4 soportes de motor. Al momento de reemplazar alguno que esté dañado, se recomienda hacerlo en pares, así como los amortiguadores.
Es decir, cambiar los dos que se encuentran en el mismo eje para que no presenten un desbalance que afecte al soporte nuevo. Sin embargo, si las posibilidades económicas lo permiten, lo mejor es cambiar todos al mismo tiempo.