Desde que llegó al mercado, la SEAT Ateca no la ha tenido fácil. Compite en un segmento de SUVs en el que los nombres más arraigados se mantienen como opciones altamente competitivas y donde los nuevos jugadores ofrecen novedades interesantes.
A pesar de este entorno competitivo, la SEAT Ateca logró consolidarse como una de las SUVs compactas mejor vendidas de nuestro país, gracias al respaldo que otorga el empleo de una plataforma más que confiable ( MQB de Volkswagen ), un diseño atractivo y una apuesta al equipamiento que conserva los principios a los que ha apostado la marca española a nivel global (frescura e irreverencia).
Como parte de su ciclo de vida, la marca española presentó a finales de 2020 una versión actualizada de este modelo en los planos de lo visual y del equipamiento interior para reconfigurar así su oferta al mercado mexicano.
Tuvimos contacto con este modelo por un periodo de una semana y en ese tiempo, analizamos si los cambios pueden favorecer a un mayor número de ventas para SEAT y si estas transformaciones le pueden ayudar a posicionarse como una de las mejores opciones de su segmento.
Antes de profundizar en la propuesta de SEAT con la Ateca 2021, es importante señalar que la marcha aprovecha este cambio de vida media para reconfigurar su aproximación al mercado.
En este modelo, no hay versiones de entrada. Es decir, no encontraremos una SEAT Ateca austera y por consiguiente, solo encontraremos 3 versiones que están bien dotadas de equipamiento y que solo se diferencian en dos de ellas por la elección de estilo que queremos que nos acompañe: sofisticado o deportivo.
Nosotros tuvimos la oportunidad de manejar la versión Xperience, la cual apela a una aproximación a SUVs de lujo con algunas credenciales propias de ese segmento. La primera de ellas es la calidad de los interiores.
En esta versión vemos una muy agradable armonía entre plásticos suaves, elementos forrados en piel, paneles de aluminio y probablemente lo más llamativo, la desaparición de la pantalla de infoentretenimiento que sobresalía de la consola central para ahora mostrar un monitor integrado al tablero como un conjunto.
Esta nueva pantalla es más grande que la presente en la versión que reemplaza, ya que es de 9.2 pulgadas. Destaca por la buena resolución en la que se proyectan las distintas apps de conectividad que SEAT ha desarrollado y al mismo tiempo, la rapidez con la que las interfaces Apple CarPlay y Android Auto funcionan en este monitor.
El cuadro de instrumentos para el piloto es completamente digital y en conjunto con el nuevo diseño del volante y sus comandos, vuelve una tarea muy sencilla la revisión del estado del vehículo o la información de los viajes que realizamos.
La actualización en los interiores de la SEAT Ateca es muy atinada, pues la convierte en una de las opciones de mejor balance entre la sobriedad, la elegancia y la tecnología. El único aspecto que considero que será un problema para los usuarios de este modelo es que para conectar su celular (para proyectarlo en la pantalla o recargar su batería) tendrán que hacer uso de un adaptador de USB C, pues no hay opción de conectar con la entrada convencional. Además, carece de cargador inalámbrico.
La madurez que SEAT ha alcanzado en su portafolios (especialmente en las SUVs) se refleja de manera intacta en el diseño de la nueva Ateca. Sus trazos son estilizados y sobrios. Para diferenciarse de la versión presentada en 2016, este modelo estrena una parrilla con bordes bañados en cromo, las entradas de aire están colocadas en una altura mayor y los faros han sido reestilizados.
Asimismo, este modelo adopta la nueva tipografía que SEAT está incorporando en los modelos más recientes de su portafolios. Esta destaca por ser inusual en el Atlas automotor y por ser sumamente elegante.
Mecánicamente no hay cambios contra la versión anterior, pero para aquellos que no han tenido la oportunidad de manejar una SEAT Ateca, la experiencia puede ser descrita como una certeza de lo que se le solicite.
A pesar de no ser relacionada con un manejo emocionante, la potencia es más que suficiente para un vehículo familiar. La solidez de su construcción otorga confianza al ser conducida en carretera y en un entorno urbano, las sensación de comodidad siempre está presente.
Una de sus principales ventajas es que el motor turbo (150 caballos de fuerza) que se ofrece como versión única es bastante amigable con el bolsillo, pues sus consumos rondan los 11 kilómetros por litro en un entorno mezclado de ciudad y carretera.
La SEAT Ateca se ofrece en tres versiones (con solo dos escalones de precio) que inicia en 489 mil 900 pesos y alcanza los 595 mil pesos.
