Cuando viajamos en carretera es común ver una línea roja que indica el camino a seguir para los autos o camiones que se quedaron sin frenos. Esto viene acompañado de señalamiento durante algunos kilómetros hasta que se presenta una rampa de emergencia.
Dicha rampa tiene recubrimiento de varios materiales, como una gruesa capa de grava, la cual ayuda a desacelerar el vehículo hasta detenerlo por completo y así evitar un accidente. Otras usan a su favor la gravedad para llegar al alto total pero, además de ello, existe la duda de si existe una cuota por usar las rampas de emergencia en las carreteras.
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Tipos de rampas de emergencia
Caminos y Puentes Federales, abreviado como CAPUFE, expresa en su sitio web que las rampas de frenado están puestas de manera estratégica en las carreteras que corren a cargo de este organismo gubernamental. El objetivo principal es detener al transporte pesado, como camiones de materiales o pipas, aunque los autos particulares también pueden usarlas si es necesario.
La colocación de rampas de emergencia está pensado de tal manera que, entre 5 y 7 kilómetros después de que inicia una bajada, tenga que recorrer el camino lo más recto posible al seguir una línea roja hasta llegar a la rampa de frenado, lo que evitaría un accidente.
Existen 3 tipos de rampas de emergencia, que se establecen de acuerdo al espacio existente en cada carretera:
- Descendente: tiene una cantidad uniforme de material que desacelera al vehículo, pero mantiene la pendiente hacia abajo aunque son de gran longitud
- Horizontal: al ingresar a ellas, la pendiente se convierte en un terreno plano de la mano de material desacelerador y una longitud importante para lograr su objetivo.
- Ascendentes: son aquellas que, además del material que reduce la velocidad, tienen inclinación hacia arriba para usar la gravedad a su favor. Suelen ser las más cortas de las tres.
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¿Cuánto cuesta usar las rampas de frenado?
CAPUFE expresa que existen 20 rampas de frenado en las carreteras del país donde operan sus servicios y menciona que usarlas por el simple hecho de evitar un accidente no tiene costo.
Sin embargo, los daños que puedan ocasionarse así como el reacomodo de la grava y otros materiales reductores de velocidad sí tiene un costo que, para el caso de autos particulares, deberá cubrir el seguro. En caso de no estar asegurado, el deducible es de $7,000, al menos lo mencionado en la publicación de 2022, lo que seguramente tendrá un aumento para este año.
Por el contrario, para camiones y vehículos cuyo peso sea superior a 3.5 toneladas, el conductor deberá cubrir el costo total de los daños y reacomodo que, aunque no se expresa en la página de CAPUFE, en redes sociales se ha mencionado que ronda los $100 mil, aproximadamente.
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