El agua es uno de los principales enemigos de los automóviles. En esta época, donde predominan las lluvias, todos corremos el riesgo de toparnos con alguna inundación o que se nos filtre este líquido a los interiores.
De acuerdo con la Coordinación General de Protección Civil y Gestión Integral del Riesgo, la temporada de lluvias comienza a mediados de mayo y se extiende hasta finales de noviembre. Para los vehículos motorizados supone una amenaza por los deslaves y encharcamientos constantes.
Y no podemos dejar de lado que representa un riesgo para la vida de los conductores, pues muchas veces quedan atrapados en las lluvias torrenciales. En ese sentido, es importante tomar precauciones y saber cómo actuar si nuestro auto resulta inundado.
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No podemos controlar un desastre natural, pero sí podemos protegernos antes de salir a la carretera. Conducir un automóvil dañado por una inundación es bastante peligroso, comenzando por las afectaciones al sistema eléctrico, explica la aseguradora State Farm.
Y es que no sólo debemos considerar la filtración del agua, sino también del lodo y la basura. Así, el principal componente afectado podría ser el radiador, que al quedarse obstruido ocasiona el sobrecalentamiento del motor.
La segunda afectación tiene que ver con el sistema de desagüe. Todos los automóviles cuentan con él y su función principal es dirigir el agua de lluvia hacia el exterior, manteniendo los interiores secos y limpios.
Siguiendo con los daños internos del carro, la lluvia podría echar a perder la tapicería, las molduras y los botones. Gran parte de las piezas metálicas y cables quedan inservibles tras entrar en contacto con el agua.
Además, la agencia online Carnovo enfatiza que, tras una inundación, es posible que tengas que revisar el filtro del aire porque su funcionamiento inadecuado favorece la aparición de moho.
Finalmente, el aceite del carro podría quedar infectado con tierra y agua. En cualquier caso, lo mejor es llevar tu auto a una revisión para evitar problemas a largo plazo y que te serán más costosos de reparar.
La reparación de daños para un auto inundado podría ir de los $5,000 a los $30,000 pesos, dependiendo el tipo de vehículo y la gravedad. De igual manera, debes considerar una inspección obligatoria al motor.
La buena noticia es que es posible evitar varios de los daños si sabemos cómo actuar durante el siniestro. En primer lugar, la aseguradora Quálitas recomienda apagar el auto y detenerlo para no perjudicar la consola central, los sistemas electrónicos y la batería.
Después deberás colocarte en un lugar seguro. Si es posible, pide ayuda para empujar el auto a una zona segura o contacta a los servicios de emergencia para que resguarden el vehículo.
¿Necesitas una grúa para remolcarlo? Antes tendrás que drenar el aceite, el líquido de transmisión y el refrigerante. Así te aseguras de que esté libre de contaminantes y partículas dañinas.
Después, saca el agua del auto y sécalo con los materiales que tengas a la mano. De lo contrario, te expones a que la corrosión alcance varios de los componentes y queden inservibles por la lluvia.
Posteriormente, contacta a tu aseguradora. El seguro de cobertura amplia no sólo te protege contra robo, choques, volcaduras, roturas de cristales, sino también de incendios y desastres naturales (como inundaciones y terremotos).
Según explica Star Farm, la aseguradora inspeccionará elementos como la presencia de agua en el motor, puntos de corrosión en los cilindros, cambiará el aceite y el líquido de transmisión, eliminará la humedad, evaluará los sistemas eléctricos y el tanque de combustible, entre otros servicios.
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