Enterrarse una astilla, cortarse con un vidrio o sufrir alguna quemadura son solo algunos ejemplos de los percances a los que estamos expuestos. Por eso, es indispensable tener a la mano los objetos adecuados para intervenir de inmediato y evitar que las consecuencias de un pequeño imprevisto se tornen más serias.
Pero así como nos preocupamos por tener un botiquín de primeros auxilios en la casa, la escuela y el trabajo, también es necesario guardar uno en el auto , en un lugar donde se mantenga estable, de fácil acceso y que no supere una temperatura de 25 grados.
Asimismo, es muy importante elegir un contenedor impermeable y cuyo diseño muestre claramente que se trata de un botiquín (lo más común es que al frente traiga una cruz roja o blanca). Coméntale a las personas que suben con frecuencia a tu coche dónde se localiza y evita que esté al alcance de los niños.
Considera que este kit podrías requerirlo para tratar una herida abierta, por lo que la higiene será fundamental. Para garantizarlo, empaca guantes de látex desechables, agua oxigenada, alcohol (o alguna solución antiséptica), algodón y jabón líquido.
Incluye también gasas y vendas elásticas, tijeras de punta redonda para cortarlas y cinta micropore para asegurarlas. Mientras que los curitas o vendas adhesivas te serán de gran ayuda en caso de lesiones superficiales.
No olvides guardar unas pinzas pequeñas, para retirar astillas, espinas o, incluso, fragmentos de vidrio. Ahora que, si por alguna razón te fracturaste o luxaste un dedo, puedes entablillarlo con un abatelenguas en lo que te trasladas al médico más cercano.
En cuanto a los medicamentos, los indispensables son analgésicos, antiinflamatorios y antihistamínicos; de estos últimos, el dimenhidrinato puede ser tu mejor aliado, sobre todo, si acostumbras viajar con niños, pues les aliviará los mareos. Eso sí, antes de ingerir cualquier fórmula, revisa los efectos secundarios, pues no querrás que te dé sueño si eres el conductor.
Aprovecha el espacio del botiquín para almacenar, además de lo anterior, una linterna y una ficha con el grupo sanguíneo y las alergias del conductor y de sus acompañantes más frecuentes. Y revisa tu kit cada tres meses, por lo menos, para comprobar las fechas de vencimiento de todos los elementos y, de ser necesario, reponerlos o cambiarlos.