No es necesario repasar lo sucedido en 2020 para calificarlo, por lo menos, de un año “atípico”. Hemos hablado del impacto de esto en la industria automotriz en una escala financiera, de logística y de su reinvención en la manera en la que buscan hacer llegar sus autos al público. Sin embargo, hay un tema que hasta después del primer trimestre de 2021 nos dimos cuenta.
Naturalmente, al estar centrada la atención del mercado en cuestiones de salud, economía y política pública, las novedades del mundo automotriz pasaron a segundo plano. Al ser conscientes de eso, muchas de las marcas de la industria decidieron guardar sus lanzamientos para 2021 con la esperanza de encontrar un público con mayor certeza económica y de mejor humor ante un lanzamiento.
Si bien podemos señalar algunos lanzamientos relevantes que se realizaron el año pasado, fueron pocas las marcas que hicieron el tradicional esfuerzo que acompaña al lanzamiento de un nuevo modelo.
No obstante, estos autos deben de venderse, ser probados por los medios de comunicación y ser difundidos en espacios publicitarios para generar una necesidad al público que tiene la posibilidad de comprar un auto nuevo en 2021 .
Ante ese escenario, hemos visto una incesante e insólita cascada de lanzamientos y presentaciones en 2021 que encuentran puntos en común y diferencias muy interesantes que vale la pena analizar para intentar entender cómo es que se comporta el mercado automotriz de nuestro país.
Primero, es posible entender que la enorme cantidad de lanzamientos que ha habido en nuestro país en los primeros seis meses del año obedece a la liberación de muchos modelos que estaban originalmente planeados para llegar en 2020 pero, ante las circunstancias que todos conocemos, tuvieron que ser introducidos a México hasta 2021. Los casos más notables son el SEAT León y el Peugeot 208.
Otra de las lecciones que nos deja esta ola de lanzamientos es que el precio de los autos va al mismo ritmo que sus cifras de desempeño. A muchos sorprendió el costo de modelos como el SEAT León que, en su momento, se situaba por encima de los 300 mil pesos y hoy cuesta casi 500 mil pesos. Mismo caso con un modelo de dimensiones menores, el Peugeot 208.
En espacios anteriores hemos hablado de los factores que llevan a las marcas a elevar los precios de sus modelos, pero el más importante: el aumento en la tecnología de los autos de la actualidad.
Este mismo punto es el más destacado de los autos que han llegado a nuestro mercado en 2021 pues, hoy, el consumidor se fija en la cantidad de tecnología que tiene el auto que puede comprar. Revisa desde la posibilidad de conectar su celular a través de las plataformas Apple CarPlay o Android Auto hasta la cantidad de asistencias a la seguridad activa de cada auto.
Es agradable encontrar comentarios en nuestras redes sociales, donde mostramos imágenes de algún modelo a prueba y, de manera inmediata, surge la duda de qué equipamiento de seguridad tiene o, en su defecto, le reclaman a la marca la insuficiencia del mismo.
Esto es sumamente positivo, pues el hecho de que las marcas ya no se atrevan a traer modelos sin un equipamiento de seguridad decente no obedece a su compasión, sino a que el público puede castigar con la búsqueda de otras opciones que sí cumplan con sus expectativas.