Por primera vez, en muchos años, tuve la sensación de manejar un Volkswagen que resultará un éxito en ventas por sustancia y no solo por ser la opción que una de las marcas más conocidas en nuestro mercado ofrece en un segmento popular.
La Volkswagen Taos es una de las propuestas más interesantes en uno de los segmentos más “calientes” del mercado mexicano, donde las funciones de practicidad, economía de combustible y calidad de manejo son casi tan importantes para el consumidor que las amenidades lúdicas del equipamiento.
La relevancia de este modelo para Volkswagen radica en muchos sentidos, ya que, además de ser el más nuevo de los productos fabricado en la planta de Puebla , en marzo pasado se logró colocar como la SUV más vendida de nuestro país.
Esto es todo un logro, si tomamos en cuenta la gran oferta que hay en los distintos modelos que califican en esa categoría y si consideramos que es un modelo argumentativamente desconocido en el mercado nacional.
La nueva Volkswagen Taos es la mejor muestra de que es más importante tener un producto con argumentos para llamar la atención que venderlo con un nombre conocido o reciclado.
Este modelo es una SUV de dimensiones mayores que la Volkswagen T-Cross pero de menor tamaño que la Volkswagen Tiguan. En el mercado nacional, su competencia más similar, por precio y escalas, es la Mazda CX-30. Sin embargo, la propuesta alemana cuenta con elementos muy distintos entre sus símiles que vale la pena señalar.
El primero de ellos es el hecho de ser una SUV pensada específicamente para ser vendida (en grandes volúmenes) en la región de Norteamérica. Al tener esto en mente, entendemos por qué se privilegian dos aspectos: la comodidad en su andar y el espacio interior.
Al hacer uso de la conocida plataforma MQB de la compañía, la Volkswagen Taos brinda una sensación de comodidad destacada en su manejo. No importa si vamos en carretera o en la ciudad, manejar este modelo nunca se torna cansado. No hace falta hacer muchos esfuerzos en brazos o en la postura para conducir de manera correcta.
Esto se complementa con uno de los espacios interiores más amplios de su segmento, el cual resulta sumamente sorprendente contemplando que su carrocería da la impresión de ser un auto que solo cumple el capricho de “lucir como un SUV ”.
El conductor tiene espacio de sobra hacia delante, atrás y arriba para acomodarse y que su preferencia en la posición de manejo no incomode a quien se sienta en la parte posterior. La fila de asientos trasera es cómoda para viajes largos y la cajuela es más que suficiente para el equipaje de cuatro o cinco personas.
Estos dos elementos (espacio y comodidad en el manejo) podrían ser considerados como suficientes para que la Taos fuera un rival competitivo en su segmento, sin embargo, en aras de convertirla en un verdadero referente del mundo de las SUVs , Volkswagen echó mucha carne al asador con este ejemplar en términos de seguridad.
Los sistemas de monitoreo de punto ciego, alerta de tráfico cruzado trasero, control de velocidad crucero adaptativo, asistente de luces altas automáticas y alerta de colisión frontal con freno autónomo de emergencia son un estándar desde la versión de entrada y a esto, se le suma la presencia de seis bolsas de aire por default.
La nueva Volkswagen Taos es una excelente manifestación de lo que la marca alemana hace cuando se toma el tiempo de interpretar las necesidades del consumidor, pues cumple en lo funcional y en los “antojos” de conectividad.
Tiene cargador inalámbrico, pantalla de 10 pulgadas (de las más grandes de su segmento), conectividad Apple CarPlay wireless y una interfaz sumamente intuitiva.
Entre los elementos que se le pueden reprochar a este modelo destaca la calidad de los materiales que componen al interior, pues los plásticos opacos y duros tienen presencia mayoritaria en el interior, los cuales se quedan cortos en percepción de nivel contra algunos de sus competidores.
El éxito de la Volkswagen Taos en marzo pasado obedece también a su oferta comercial, por la cual podemos entender que la calidad del interior haya sido sacrificada y es que la versión más económica tiene un competitivo precio de 449 mil 900 pesos , le sigue la opción Comfortline de 499 mil 900 pesos y finalmente, la variante tope de gama que cuesta 549 mil 900 pesos.
Las diferencias entre estas configuraciones radican en el tamaño de los rines, la presencia de tablero digital, el tamaño de la pantalla de infoentretenimiento, las vestiduras de los asientos y otros elementos del equipamiento. Sin embargo, lo fundamental y lo que convierte a este auto en una opción de compra se mantiene a lo largo de las versiones.