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Estar frente a un producto SEAT , cualquiera que sea, me transporta directamente a los mejores años de mi vida. A finales de la preparatoria, y principios de la carrera universitaria, recorrí incontables kilómetros a bordo de un SEAT Ibiza 2013, casi siempre conducido por mi mejor amigo.
Al menos a mi entender, y gracias a todas las historias que viví sobre este coche, SEAT es sinónimo de aventura y diversión. Con esta idea en mente, me toca poner a prueba la renovada SEAT Arona 2022 y, lo primero que se me ocurre, es tomar la carretera más cercana y manejar sin destino alguno.
Comienzo mi camino desde la zona sur de la Ciudad de México y, cuando menos me doy cuenta, ya estoy tomando la autopista hacia Pachuca. Conforme van pasando los kilómetros, la SEAT Arona y yo nos vamos entendiendo más y mejor. Si bien es un producto que al principio podría parecer “uno más de su segmento” tiene su encanto y, para encontrarlo, hay que comenzar desde cómo se mira por fuera.
El estilo es fresco y juvenil. Si bien la renovación de media vida no trae demasiados nuevos trazos, se cumple con lo necesario para ponerla al día frente a sus competidoras. Lo principal es el nuevo cuerpo de iluminación incrustado a media defensa frontal, muy similar a CUPRA Formentor .
La parte baja frontal del coche también recibe una ligera actualización con figuras triangulares. Por atrás, hay una “doble salida de escape” simulada con dos hexágonos alargados negros y una protección plástica para darle un toque más “aventurero”.
Para la variante Xperience como la que llegó a nuestras manos, el esquema de color bitono es atractivo, así como los rines de diseño especial con detalles negros. Finalmente, se adopta la nueva tipografía de la marca en la tapa de la cajuela con el nombre del modelo.
Los cambios son pocos y, para ojos no entrenados, podrían pasar por desapercibido. Sin embargo, esto nos habla bien de la casa de diseño española pues, desde 2017, poco envejecido el modelo y sigue viéndose como uno de los más atractivos de su segmento.
Por dentro los cambios son más notables. Si conoces previamente el modelo, lo primero que notaras es el cambio de posición de la pantalla central, ahora colocada al “estilo flotante”. De igual manera, las salidas del aire acondicionado se movieron abajo del sistema de infoentretenimiento y pasamos de trazos cuadrados a círculos en los bordes de la cabina, recordándome de nuevo al Ibiza mencionado con anterioridad.
Entre otras cosas, estrena un nuevo cluster digital con una calidad gráfica buena, pero con información muy limitada. La calidad de material al interior es buena, pero tampoco sobresaliente dentro de su segmento, sin embargo, se lleva un aplauso en términos de diseño gracias a la buena habitabilidad y ergonomía que muestra.
Cabe mencionar que el espacio en la banca posterior de la SEAT Arona no se percibe como uno de los más amplios del segmento. Sin embargo, personas con 1.70 m de estatura promedio caben bien y no sufrirán en caminos largos.
Para finalizar con el habitáculo, notamos que solamente tiene entradas USB tipo C, poniendo en complicaciones a todos aquellos que carezcan de un cable de este tipo. Si bien permite conexión inalámbrica para Apple Carplay o Android Auto , el sistema de infoentretenimiento suele ser más lento cuando no se tiene un cable conectado, lo que puede ser frustrante para algunas personas.
Bajo el cofre notaremos que las cosas se mantienen tal y como se conocían con el modelo. Esto quiere decir que se sigue echando mano del mismo motor 1.6 litros con cuatro cilindros que proporciona 110 caballos de fuerza y 112 libras pie de par . Emparejado a este motor se encuentra una transmisión automática tiptronic de seis velocidades que se percibe con una buena configuración para alargar las marchas cuando requerimos un poco de potencia extra.
Si bien 110 caballos de fuerza no suenan a mucha potencia, nos queda claro que es más que suficiente para cumplir con creces lo que sea que le pidas. En nuestro caso, nos llevó hasta las orillas del estado de Hidalgo sin problema alguno, con ritmos de carretera entre 110 y 120 km/h constantes.
Es espíritu de aventura se mantiene dentro de la marca, pero ahora se percibe ligeramente más evolucionado. SEAT comprende que, aquel que tenía un Ibiza 2013, quizás ahora esté buscando un vehículo con tintes familiares que le permita seguirse emocionando en el camino.
En el caso de la versión que llegó a nuestras manos, que es la variante tope de gama, el precio a pagar debería de ser de $445,900 . ¿Qué ofrece que sus competidores no? La respuesta es sencilla: sentirse parte de una comunidad aventurera y juvenil que cada día crece más en nuestro país.