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El Clase S convertido en SUV
No obstante que la generación anterior del GLS portaba todo el ADN de Mercedes-Benz, se quedaba a un paso del Clase S , quien siempre estaba por delante del resto de la gama. Ahora con la estrategia de crear un SUV superior, esta camioneta logra convertirse en camioneta fuera de serie.
Este nivel de superioridad no solo es frente a su antecesor, sino también contra sus competidores que, a pesar de existir poco de tiempo entre que salió uno u otro, (BMW X7, Cadillac Escalade, Infiniti QX80) la diferencia es cuantiosa sobre todo cuando se habla de lo que podemos encontrar a bordo.
Una limusina de tres filas
Pero, además de tener una calidad superior de materiales en cualquier parte o rincón, el espacio interior es basto (incluso en la tercera fila de asientos) que a diferencia de otros SUVs donde solo caben niños, aquí pueden ir cómodamente adultos de más de 1.90 metros de estatura. Esta comodidad no solo es al momento de ir sentado sino también al entrar y salir, gracias a un sistema que le permite presionar un botón para deslizar la segunda fila hacia adelante.
Respecto a la banca de en medio que es la más ocupada y la más importante en un vehículo como el GLS, esto debido a que la mayoría son conducidos por un chofer, el espacio para las piernas es sumamente generoso. A esto hay que sumar que los respaldos se pueden reclinar de manera eléctrica.
Tal vez algunos SUVs puedan ofrecer un espacio similar en la segunda fila, pero para marcar una clara diferencia, los pasajeros de la parte trasera disponen de las mismas amenidades que puede gozar el conductor y copiloto. Es decir que disponen de salidas de ventilación con control independiente gracias al aire acondicionado de cinco zonas, entradas USB, calefacción y ventilación en los asientos.
Tecnología de primera
Al mismo nivel del espacio interior y los materiales que lo rodean, el GLS dispone de un nivel de tecnología que se hace presente con el cierre de las puertas de manera automática. No hay necesidad de aplicar fuerza para cerrar la puerta, ya que un mecanismo eléctrico se encarga de hacer el trabajo. Ya adentro lo primero que atrae visualmente son las dos pantallas de más de 12 pulgadas que recorren a lo largo el tablero.
Uno de estos displays se encarga de fungir como cuadro de instrumentos, mientras que el segundo despliega todo lo relacionado con el sistema de información y entretenimiento. Esta segunda pantalla puede ser manipulada de manera táctil, por el pad que existe en la consola central o por medio de órdenes de voz.
Tal vez todo esto ya es común en los automóviles, pero aquí lo impresionante del GLS es la calidad y diseño de los gráficos, así como la configuración de la pantalla dual, que al tener un diseño simple realza la madera, aluminio, cuero y plásticos que abundan en tablero.
Deportivo y todoterreno
Lo que de igual manera sobresale son sus capacidades en el camino, ya que si tenemos en cuenta su peso y dimensiones, nos es sorprendente la manera en la que acelera y toma curvas. Esto habla del gran trabajo de los ingenieros alemanes al momento de la puesta a punto.
A pesar de ser un auto enfocado al confort, lo deportivo no se queda atrás y por medio del selector de modos de manejo podemos variar la altura de la suspensión adaptativa y, más allá de solamente cambiar la rigidez de los amortiguadores, trabaja de manera específica en la dirección, trasmisión y motor para optimizar las sensaciones al volante.
Tal vez se pensaría que, con una aceleración feroz combinada con un enorme peso, el GLS es vehículo devorador de gasolina, pero no. Gracias al sistema híbrido suave, conocido como Mild Hybrid, el motor V8 no se ve en la necesidad de esforzarse en grandes cantidades al momento de acelerar desde cero o querer realizar adelantamientos en el camino.
Hay que recordar que bajo el cofre tendremos un bloque de 8 cilindros en V con 4 litros de desplazamiento que genera la nada despreciable cantidad de 483 caballos de fuerza y unas impresionantes 516 lb-pie de par. Este motor se encuentra acoplado a una transmisión automática de nueve velocidades configurada para ayudar en situaciones de alta demanda con una respuesta casi inmediata.
Lo más increíble de todo, y que obviamente en un Clase S es más que imposible, es que esta limusina con cuerpo de SUV tiene grandes capacidades off-road. Aprovechando la naturaleza del vehículo, este Mercedes-Benz es dotado de control de descenso en pendientes, ajuste de la altura y modo de manejo off-road. Queda claro que muy rara vez un cliente de este vehículo irá a terrenos complicados, la capacidad ahí está para cuando se le requiera.