El concepto de un vehículo largo para llevar a las familias ha estado presente en el mercado global desde hace ya casi 100 años. Ejemplares como la Suburban (1934) y la propia Volkswagen Combi (1950) fueron propuestas que, en su momento, solucionaron la necesidad de transportar a muchas personas en un solo vehículo.
Esto ha ido evolucionando al punto en el que nos encontramos hoy: las opciones para llevar a la familia se han diversificado tanto que uno de sus mejores ejemplares (las minivans) han pasado de ser las reinas de su segmeno desde los noventa a sufrir un detrimento considerable en sus números de ventas.
Esto no quiere decir que éstas hoy sean irrelevantes, pues desde muchos puntos de vista son la mejor opción para llevar a varios miembros de la familia de modo cómodo y, hasta cierto punto, de manera entretenida.
En ese sentido, las minivans han pasado de ser una solución económica de movilidad que solo se distingue por el espacio, a proponer lujo, tecnología y potencia para toda la familia. Es un segmento reducido, pero sumamente interesante y aún con mucha vida por delante; para muestra, estas tres competidoras.
En aras de ser las líderes de un nicho pequeño, pero con muchas utilidades económicas, Chrysler, Honda y Toyota han renovado a sus minivans (casi al mismo tiempo). Nosotros reunimos a los tres ejemplares y te contamos sus principales características, sus novedades y cuál es la mejor opción de compra.
Las tres propuestas son fieles a la filosofía de diseño de sus respectivas casas. Por un lado, tenemos a la Toyota Sienna con trazos angulares desde casi cualquier punto de vista, principalmente en la parte frontal. Sus faros, similares a los del Corolla, se conjugan con una parrilla de gran tamaño incrustada en el parachoques.
La sección lateral resalta la cintura de Sienna con una línea que nace en el final de la calavera y muere en el faldón frontal. Si bien de las tres es la que tiene rines más chicos (17 pulgadas), es por cuestión de aerodinámica y rodamiento de neumáticos, los cuales sirven a su principio híbrido, del cual hablaremos más adelante.
Detrás, destacan las calaveras agresivas simulando a las presentes en productos como Camry o Supra, así como un medallón de gran tamaño que mejora la visibilidad posterior al momento de maniobrar.
En cuanto a Honda Odyssey , la renovada minivan de los japoneses sigue la corriente de diseño oriental moderna, pero toma sus reservas. El cuerpo de iluminación y parrilla se unen en una sola pieza, mientras que la defensa delantera y las tomas de aire frontales son sobrias y sin líneas caprichosas.
En la sección lateral predominan los grandes cristales y una irregularidad en la carrocería que arranca en el pilar C y se corre a las calaveras para dar una sensación de deportividad. Los rines de 19 pulgadas bitono complementan este punto, así como un juego de neumáticos Bridgestone con cama baja de los cuales destacamos su nivel de agarre.
En el caso de Pacifica , es inevitable notar su parecido con productos como el Chrysler 300, con proporciones que, desde ciertos ángulos, son de un “muscle car”, como el cofre, parrilla y tomas de aire frontales.
Si hablamos de sus laterales y trasero, la sobriedad son predominantes en el diseño, pero es la que presume el tamaño de rines más grande de las tres (20 pulgadas), así como unas calaveras que unen sus extremos con una barra central luminosa. Argumentativamente, es la propuesta más elegante y estilizada.
Como lo mencionamos en líneas anteriores, las minivans han pasado de ser simples vehículos rodantes espaciosos a estar plenamente cargados de tecnología y elementos que, poco a poco, las perfilan al segmento de lujo.
Creemos que, siguiendo ese principio, la que más tiene por ofrecer es Pacifica. Su calidad de materiales está muy por arriba de las dos competidoras orientales, gracias al uso de piel en todas las filas de asientos, insertos en negro piano, pantalla central de gran tamaño y plásticos suaves en casi todas las superficies palpables.
Para la segunda fila de asientos encontramos un par de pantallas individuales para que los ocupantes escojan su entretenimiento, así como un set de audífonos de alta calidad y entradas HDMI.
En el caso de Toyota Sienna, el interior da un gran salto en comparación al modelo que reemplaza y la consola central se vuelve en una especie de “mesa” con bastos lugares de almacenamiento. Todos los controles están enfocados al conductor y al alcance de su mano, incluyendo la pantalla central con conectividad a Android Auto y Apple Carplay .
Sus materiales son adecuados para el precio, especialmente en tapizados y acabados, como el inserto tipo madera en los descansabrazos. Este modelo solo tiene una pantalla en la segunda fila de asientos, pero presume ser de alta calidad y de rápido funcionamiento.
En el caso de Honda Odyssey, el habitáculo está lleno de los mismos plásticos que encontramos en otros productos de la marca como CR-V o Accord. La percepción general de calidad es buena, pero no mejor que las otras dos. La segunda fila recibe igualmente solo una pantalla y juego de audífonos individuales y resaltamos la función Cabin Watch que nos permite monitorear la segunda y tercera fila de asientos con una cámara y hablar mediante un micrófono para no tener que gritar.
Si bien la industria en general se inclina hacia motores con menor desplazamiento en favor a una mejor eficiencia de combustible, el segmento de las minivans mantiene, en su mayoría, grandes motores V6 con niveles de potencia nada despreciables. Pacifica equipa bajo el cofre una propuesta de seis cilindros con 3.6 litros de 287 caballos de fuerza , que se empareja a una caja automática de nueve marchas. Honda Odyssey echa mano de una receta similar, en este caso con un motor de 3.5 litros con 280 hp y transmisión automática de 10 velocidades.
No obstante, Sienna rompe con el molde y apuesta por una movilidad híbrida, apartado que Toyota ha dominado en nuestro país durante los últimos años. Esta camioneta echa mano de un motor de cuatro cilindros con 2.5 litros de desplazamiento y un par de propulsores eléctricos, generando un total de 240 caballos de fuerza.
Si buscas potencia al volante, Chrysler Pacifica podría ser tu mejor opción, pero creemos que la más balanceada es Toyota Sienna, especialmente cuando tomamos en cuenta que se trata de la única opción híbrida de su segmento, algo que le viene bien si tenemos en mente el ahorro de combustible.
a tiene un costo de $1,020,000 pesos en su única versión. Honda Odyssey se comercializa por $946,900 pesos en la variante Touring que tuvimos a prueba. Y Toyota Sienna Limited arranca en los $899,900 pesos.
Creemos que, en este caso, la opción más barata termina siendo la que te dará más por tu dinero. No tiene las cifras de potencia de Pacifica, ni la puesta a punto de Odyssey, pero cuenta con la mayor carga tecnológica a bordo y, por si fuera poco, es híbrida.
Cuenta con todos los beneficios de un vehículo de esta naturaleza, con el espacio para siete pasajeros, calidad de interiores buena y un diseño que, desde el punto de vista personal, es el más atractivo de las tres.
Son contadas las competidoras en el segmento de minivans, pero creemos que aún tienen mucho por mostrar y, antes de lo que creemos, podrían ser el nuevo estandarte electrificado para muchas marcas generalistas.