Son las 5:45 am de un miércoles y el termostato marca -5 grados centígrados. Usualmente, estaríamos buscando refugio en un lugar cerrado con alguna bebida caliente, pero esta ocasión es diferente: a la redacción llegó un producto que merece madrugar y ponerse bufanda.
Ante una industria automotriz que apremia el “downsizing” en todos los sentidos, cada vez es más raro pararnos frente a productos como lo es la nueva Silverado ZR2 (Cheyenne en México). Esta camioneta, como su diseño sugiere, es la interpretación más radical de la misma hasta la fecha, y tiene como finalidad ser un producto atractivo para aquellos gustosos de las aventuras todoterreno.
Con esta idea en mente, y con las manos entumidas por el frío, decidimos ir al “valle del tezontle, un parque ubicado en la parte superior del cerro del Ajusco, para poner a prueba la interpretación más radical de la Cheyenne a la fecha.
Si bien no está a niveles de potencia similares a la RAM TRX o F-150 Raptor, estéticamente no se queda atrás. Sobresalen elementos como una parrilla gigante oscurecida, detalles rojos en la parte baja y, dada su naturaleza, un buen número de protecciones metálicas en la parte baja.
Complementando este “look & feel” todoterreno/agresivo, encontramos unos neumáticos especiales de 33 pulgadas Goodyear Wrangler Territory que, más adelante, detallaremos su importancia en vehículos de estas características.
No obstante, lo que en realidad importa en esta camioneta no es perceptible a primera vista. Si buscamos por debajo, encontraremos un esquema de suspensión extraído directamente de la Chevrolet Colorado ZR2 . Este elemento puede variar la rigidez mediante válvulas de presión para absorber de mejor manera las imperfecciones de un camino con piedras.
La tarea de hacer latir el corazón del conductor corre a cargo del longev o motor atmosférico LT V8 de 6.2 litros de desplazamiento. Gracias a un par de retoques, el par se entrega desde bajas revoluciones y la potencia máxima es de 420 caballos de fuerza. Acompañando a este motor, encontramos la confiable transmisión de 10 velocidades con modo manual y diferentes configuraciones dependiendo el terreno y demanda del conductor.
Como sería de esperarse en una camioneta dedicada al todoterreno, encontramos bloqueo de diferencial en ambos ejes. Este sistema puede ser activado al toque de un solo botón. sin necesidad de mover palancas mecánicas con fuerza.
Para ponerla a prueba como se debe, comenzamos a atacar una de las rutas establecidas por grupos todoterreno. Esta incluye subidas complicadas, caminos de alta velocidad con piedras y un sinfín de tierra que solamente puede ser sorteada en vehículos como esta camioneta. Destacamos el excelente trabajo de la suspensión, así como la entrega de poder contundente del motor atmosférico.
Como resultado, Cheyenne ZR2 resulta ser un producto divertido y sumamente capaz de atacar el todoterreno como los mejores de su clase. El precio no ha sido confirmado, pero se espera sea más accesible que sus “rivales” F-150 Raptor o RAM TRX.