Es una tarde tranquila en la Ciudad de México y nos disponemos a salir del trabajo. Conforme vamos avanzando al estacionamiento, nuestro corazón se acelera de tan solo recordar lo que estamos por manejar. No es la motocicleta más potente, ni tampoco la más radical, pero sin dudas ofrece más de lo que podrías esperar; se trata de la BMW G 310 R . asi
Nos equipamos debidamente con chamarra, guantes y, por último, casco. Insertamos la pequeña, pero elegante llave, y accionamos el motor de arranque. Entre nuestras piernas tenemos poco más de 30 caballos de fuerza y ganas de manejar sin rumbo para conocer a detalle esta propuesta de dos ruedas.
No importa la distancia, tampoco las condiciones metereológicas o la hora, la BMW G 310 R nos inspira a tomar el manillar y manejar. El viento pegando en nuestro pecho, las manos vibrando con cada aceleración y el innegable estilo de la moto nos hacen sentir especiales con cada kilómetro.
La BMW G 310 R es una de las propuestas más interesantes dentro de la gama naked de cilindrada baja. El balance que lograron en la casa alemana con este producto es notable, y en estas líneas te detallamos los motivos por los que podría ser el primer acercamiento a lo deportivo.
Genes deportivos
Aquellos familiarizados con las motocicletas de BMW, notarán a primera vista que es básicamente un S 1000 R a escala, en términos de diseño. El carenado sencillo con solo un faro es minimalista, pero se complementa a la perfección con la salpicadera frontal gracias a las líneas angulares.
Sobresalen los brazos de la tijera en color dorado, algo que sin duda le brinda un toque de actitud a primera impresión. Esto se complementa con paneles laterales agresivos, tanque de gasolina voluminoso con quiebres y un asiento delgado, pero cómodo para trayectos medianos.
El escape cromado con punta mate complementa esta filosofía “racing” que BMW imprime en la G 310 R, y la parte trasera es sumamente limpia al solo tener las direccionales y luz de freno LED delgada.
El aspecto de las motos “naked” han tomado mucha popularidad en los últimos años en México. Que BMW ofrezca una variante de este tipo, con cilindrada pequeña, se nos hace un gran acierto por parte de la marca.
Es relativamente pequeña, y un usuario de 1.71 metros de alto puede pararse en los semáforos y apoyar los dos pies sin problemas. Gracias al uso de aluminio en el basculante trasero y horquilla, el peso se contiene en los 163 kilogramos , algo sumamente controlable para ambientes citadinos.
Agilidad a la orden
Las motocicletas destacan por ser, en términos generales, un medio de transporte efectivo y práctico para las grandes ciudades. Su compacto tamaño las hacen ideales para situaciones de tráfico pesado, pero suelen ser “difíciles” de maniobrar cuando se requiere de mucha agilidad.
Con la BMW G 310 R no es así. Su punto fuerte es la extraordinaria agilidad que se manifiesta desde los primeros kilómetros. Cambia de dirección con gracia y sin complicaciones, el balanceo de nuestro cuerpo influye en su comportamiento y la ligereza se manifiesta desde los primeros metros.
Si acomodas la cadera y manillar para cambiar de dirección de manera adecuada y bajas de marcha sin perder RPM haciendo los famosos “golpes de gas” y aceleras a fondo, sentirás una estabilidad sublime. Esto, naturalmente, te inspira confianza en el camino y poco a poco irás elevando los ritmos a los que circulas.
Pero toda esa agilidad tiene un fundamento mecánico. El bloque monocilíndrico de 313 cc cuenta con una culata girada en 180 grados hacia la parte trasera de la moto, lo que desplaza el centro de gravedad más abajo.
Hablando del motor, cabe mencionar que el acelerador es “by wire” por lo que no hay conexión física hacia el bloque y esto lo realiza mediante sensores. Si bien puede sonar complicado, esto garantiza que todo el tiempo la inyección de combustible sea estable, mejorando el comportamiento bajo alta demanda.
No obstante, no todo es perfecto a bordo de la BMW G 310 R. Uno de sus principales puntos a mejorar es el comportamiento del embrague. Circulando a altas velocidades no tiene ningún problema, pero cuando paramos y queremos volver a arrancar, poner la primera velocidad es complicado y debe hacerse con mucha fuerza.
El embrague acciona apenas abrimos el puño, y tenemos que ser cuidadosos con la cantidad de gas que damos para no perder el control en la aceleración.
Entre otras cosas, destacamos los frenos ABS que se comportan adecuadamente en situaciones de lluvia, así como un promedio de más de 20 kilómetros por litro a ritmos citadinos, circulando por vías como Periférico, Circuito Interior y Viaducto Miguel Alemán.
El salto que querías dar
Puede ser que seas una persona que comenzó hace “poco” en el mundo del motociclismo. Ya comienzas a dominar la baja cilindrada de máximo 250 cc, pero quieres un poco más. Es ahí donde entra la G 310 R de BMW gracias a su nobleza y balance en el camino.
Si no estás listo para brincar hasta una moto de 600 o 900 cc, la G 310 R resulta ser sumamente interesante. Potencia no le hará falta, la agilidad es sobresaliente y, por un precio de 108,500 pesos , pocas propuestas te ofrecen esta dualidad entre la baja cilindrada y el dinamismo.
La BMW G 310 R llegó para desafiar los caminos con mucha actitud. Es de esos productos que te aceleran el corazón al manejarlos y, sin duda alguna, dibujaran una sonrisa en tu rostro al poco tiempo.
Agradecemos a Estacionamientos Deprisa por el préstamo de sus instalaciones para la sesión de fotos.