"Los halagos hay que tomarlos con pinza, sino uno puede creerse que es el mejor", dijo alguna vez el piloto argentino de Fórmula 1 Juan Manuel Fangio, a quien irremediablemente se le relaciona siempre con Alfa Romeo y es que, tras bajarnos de l Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio Verde 2021 , es difícil no llenarlo de halagos, pues es una máquina que se acerca a la perfección.
La historia de Giulia es joven. Apenas en 2015 fue lanzado mundialmente, pero su cuota de responsabilidad es alta, pues como ya dijimos líneas arriba, en el listado de su orden de trabajo está la de ponerse al tú por tú con sus símiles germanos, y tras pasar una semana manejándolo tiene armas para ruborizarlos.
De entrada el diseño tiene esa rica mezcla entre lo señorial de un sedán europeo con la gallardía de un deportivo y es que el grado Quadrifoglio Verde hace un uso soberbio de fibra de carbono tanto en exterior como en exteriores, pero vayamos por partes.
Al exterior, específicamente en el frente, encontramos la mítica parrilla en forma triangular invertida coronada con el escudo de la casa italiana. Su posición baja en ecuación con lo estilizado de las luces le da un aspecto francamente intimidante a este Giulia.
Los laterales hacen uso de un labio de fibra de carbono en la parte baja de la carrocería y obviamente llama la atención el diseño de los rines Dark 5-Hole en aluminio negro de 19 pulgadas y los cálipers que pueden ir tintados entre tonos diferentes y justo arriba de ellos veremos el trébol de cuatro hojas legendario de Alfa Romeo.
En la parte posterior destaca la cuádruple salida de escape cuyo rugido cuando aceleramos hace voltear a todo mundo.
Cuando lo vimos de frente no negamos nuestra emoción como también un cúmulo de expectativas pues esta versión tiene un perfil hacia un manejo en pistas y se antojaba todo un reto manejarlo en calle, pero sin duda muestra muchos puntos a favor en ese terreno.
Echamos mano de uno de los cuatro modos de manejo de los que dispone y emprendimos la marcha a pasear por la ciudad para conocerlo.
Obviamente al estar perfilado preponderantemente para un manejo en pista o en ruta, la suspensión de este Giulia es más dura y conteníamos la respiración cuando pasábamos por bados o por los inmisericordes baches citadinos y, aunque si bien es cierto, absorbe los impactos hasta cierto punto eficazmente, si lo manejas será mejor que hagas maniobras para ver las imperfecciones del asfalto por la ventana lateral.
Gracias, Ferrari
Bajo el cofre hay muchos caballos y si bien es cierto Stellantis, el conglomerado al que pertenece Alfa Romeo se ha caracterizado por alimentar a más no poder el caballaje de sus motores, lo hecho en Alfa Romeo Giulia QV es soberbio: 505 hp contenidos en un motor de aluminio desarrollado nada menos que por Ferrari.
Se trata de un 2.9 Litros Biturbo V6 que tiene los tamaños para ir de cero a 100 kms/hr en 3.8 segundos y es bravío incluso acústicamente pues una vez que pisamos el acelerador a fondo aprovechando una Calzada de Tlalpan relativamente vacía emana un estruendo que nos arrancó una sonrisilla de complicidad.
Lo que hace la dirección asistida eléctricamente es soberbio. Mover un auto de estas dimensiones y capacidades con tal soltura y nobleza no es cosa fácil y es aquí donde encontramos el punto culminante de Giulia: la precisión de su desempeño en cualquier circunstancia.
Audacia en cabina
Los interiores tienen ese ADN italiano con acabados sí, eminentemente deportivos dada la versión, pero con un gran gusto aplicado de punta a punta, pues materiales hay de todo: piel, Alcántara y bastante fibra de carbono.
Los asientos son delgados, están firmados por Sparc o y su esbeltez puede jugarnos un tanto en contra, tras horas de manejo en tráfico, pero si se maneja en pista debe ser una auténtica delicia.
Los paladares exigentes podrían fruncir el ceño al momento al ver el tamaño de la pantalla del sistema de infoentretenimiento que es de 8.8 pulgadas (tomando en cuenta que modelos más asequibles ya montan pantallas de 10”), pero al ver los gráficos y la rapidez de su desempeño se podría pasar por alto.
Este Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio Verde arranca suspiros; para quien lo maneja y para quien lo ve pasar por la calle. La deportividad italiana accedió a un nuevo nivel desde que Giulia QV desata pasiones en las calles y en las pistas.
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