Hablando de estrategia de producto, VW ofrece hoy en día seis modelos diferentes, en carrocería SUV . Si bien los motores TSI son la aplicación más común para la marca en este segmento (de hecho, el único modelo en no montar esta familia de motores es el Cross Sport, que equipa un V6), el resto cuenta con variantes turbo, ya sea con el 1.4 TSI de 150 hp, o el 2.0 TSI de 180 hp.
Nos tocó convivir con la renovación del T-Cross en una ruta de manejo que nos llevó de la Ciudad de México a Oaxaca y de vuelta. Una buena oportunidad para conocer a detalle este lanzamiento, en carreteras que conjugan zonas de curvas, subidas y, sobre todo, espacios para analizar cada una de sus características.
Hablando desde el punto de vista estético, el T-Cross ofrece un frente completamente renovado. La parrilla y la fascia cuentan con detalles distintivos en cromo. Los faros varían ligeramente su silueta y también lo hace el cofre, con nervaduras adicionales que suman en cuanto a carácter.
En la parte trasera, ahora encontraremos que la iluminación genera una línea continua entre los dos faros. Así mismo, hay pequeños resaltes en cromo. Al interior, el rediseño cambia sustancialmente por la integración de una pantalla táctil de 10” como centro de mando para prácticamente todas las funciones del sistema de infoentretenimiento.
Como nos está acostumbrando la marca con sus productos más actuales, se prescinde de botones y todo se concentra en el sistema operativo táctil. Tras el volante y a plena vista del conductor, encontraremos un cluster digital de 8”. Se pueden elegir varios escenarios o apariencias para como se dispone la información al conductor. Un detalle que encontramos es que, para poder reiniciar los valores de viaje como el consumo medio o el total de kilómetros, hace falta navegar por diferentes menús. Esto le resta un poco de practicidad si se quiere realizar mientras se circula.
Los materiales al interior tienen un aspecto duradero. El tacto en general de los materiales en el habitáculo tiende a duro. Algo que no sorprende negativamente, pues está muy en línea con lo visto dentro del segmento.
Hablando de esos pequeños detalles tecnológicos, el T-Cross ha recibido una incrementada robustez en su propuesta. De inicio, hablar de detalles de uso diario, como lo puede ser el cargador de inducción para celular, o los dos puertos USB-C.
De manera más relevante, también el tema de la seguridad activa y pasiva, donde encontramos 6 bolsas de aire y también sistemas como la alerta de pre-colisión frontal en las unidades que tuvimos a disposición.
Incluso la operación del aire acondicionado, que ahora se lleva a cabo mediante sensores de respuesta táctil, en lugar de la característica botonería.
El cambio más significativo en el T-Cross está oculto a la vista. Se trata de la sustitución del motor de 1.6 litros y aspiración natural, por uno turbocargado que tiene tres cilindros y tan solo un litro de desplazamiento. Este beneficio se recibe del cambio de origen del T-Cross. Si bien anteriormente nos llegaba directamente de Brasil, ahora será de la India.
En cuanto a cifras, ahora encontraremos una potencia final de 114 caballos de fuerza y un torque de 130 lb-pie. Se acopla a una transmisión automática (Tiptronic, como la bautiza la marca), de seis cambios. Posteriormente, podrás encontrar una variante de entrada, con un precio por debajo de los $400,000 pesos, con mecánica aspirada y transmisión manual.
El comportamiento en carretera nos ha parecido más que suficiente para las dimensiones de la T-Cross. Por el tamaño no se trata de un motor elástico, pero si se gestiona correctamente el rango donde el turbocargador hace su magia, es un empaque ágil y que puede ofrecer ritmos incluso superiores a lo que podría esperarse.
Hablando de beneficios directos de este cambio, además de la presteza con la que se puede desplazar, el principal tiene que ver con los consumos de combustible. Durante nuestro tramo de pruebas registramos hasta 20.1 km/l en autopista. El parámetro usado fue ir a una velocidad constante por cerca de 10 km, para asegurar un dato lo más realista posible.
En términos generales, podemos decir que este primer contacto con el Volkswagen T-Cross nos deja un buen sabor de boca. Se trata de un producto con una configuración competitiva para el mercado que ataca y estamos seguros de que se posicionará como una de las más fuertes alternativas dentro de su segmento, pues luce muy bien equilibrado entre las cuestiones de diseño, equipamiento, motorización, eficiencia y costo.
Hablando de este último punto, por el momento la oferta está compuesta por tres diferentes versiones y precios: