Con una tendencia a la electrificación sumamente marcada dentro de la industria automotriz, es solo cuestión de tiempo para que todas las armadoras quieran un pedazo de este pastel. Si bien para algunas empresas esto puede ser una “mina de oro” a corto plazo disfrazada de buenas intenciones ambientalistas, hay marcas que prefieren tomarse su tiempo y hacer las cosas bien por un beneficio real.
Tal es el caso de Mazda . La firma de Hiroshima no quiere sumarse a esta tendencia solamente por las ganancias que esto conlleva, sino que en realidad están aplicando todos sus conocimientos para hacer de la movilidad electrificada un camino viable a mediano y largo plazo.
Con la idea de ir un paso a la vez, pero sobre un camino firme, Mazda comenzó a desarrollar trenes de poder semihíbridos. Bautizados como Mild Hybrid, la combinación de un motor de combustión interna con un generador y motor eléctrico de 24 volts es el primer paso en el futuro electrificado de la marca.
Para conocer sus detalles, viajamos hasta Armenia, Colombia, y pusimos nuestras manos en la nueva CX-30 MHEV . Durante cuatro días, conocimos a detalle el funcionamiento del sistema ISG de Mazda, realizamos pruebas de consumo y, de paso, visitamos a bordo de esta camioneta algunos de los lugares más emblemáticos de la región.
El arte japonés de observar el incienso y apreciar las figuras fluidas que forma el humo es nombrado “Kodo”. Bajo este concepto, Mazda ha diseñado sus productos más recientes, dentro de los cuales encontramos a la CX-30.
Gracias a sus formas continuas, líneas suaves y uno que otro remate deportivo, CX-30 es, abiertos a discusión, uno de los productos con mejor diseño de la actualidad. Para la variante MHEV, se mantiene todo exactamente como lo conocemos en cuanto a estética se refiere.
El único elemento diferente será la placa “e-Skyactiv” que encontramos en la tapa de la cajuela. De ahí en fuera, todos y cada uno de los elementos de diseño de la CX-30 se mantienen tales como los conocemos.
Lo que en realidad nos trajo hasta Colombia está bajo el cofre (y piso) de la camioneta. Al abrir el compartimento, nos llama la atención notar que, para esta versión, Mazda decidió montar un motor 2.0 litros y no el ya conocido propulsor de 2.5 litros de desplazamiento.
Si bien al principio tenemos nuestras dudas del porqué esta decisión, una explicación a fondo por parte de uno de los ingenieros de la marca despeja todas nuestras dudas. Resulta que, según sus pruebas, la orografía de México favorecía al comportamiento de este motor, pues su peso va mejor con el apoyo eléctrico de 24 volts.
Si hubieran decidido ocupar el bloque de 2.5 litros con la asistencia electrificada Mild Hybrid, el sistema no se desempeñaría correctamente. Más allá de ser un asistente, sería solo un peso extra a cargar en el vehículo sin sentido.
A pesar de reducir su potencia de los 186 a los 153 caballos de fuerza , el verdadero beneficio que este sistema trae se notará en el tema de consumos. La firma japonesa configuró al sistema Mild Hybrid para que apoye al tren de poder en ciertas situaciones, lo que se refleja como menor combustible inyectado a la cámara de combustión y, por lo tanto, un mejor rendimiento.
La energía necesaria para el funcionamiento del sistema Mild Hybrid proviene de un elemento denominado ISG. Este generador/motor montado en el tren de poder recupera la energía desperdiciada en las desaceleraciones o frenadas para almacenarla en el paquete de baterías de 24 volts y desplegarla cuando sea necesario una asistencia.
El generador ISG no puede mover al vehículo por cuenta propia, y tampoco esperes una mejora en consumos al nivel de un híbrido enchufable, pero sin duda es funcional en situaciones de arranque desde cero.
Durante nuestra prueba de manejo, Mazda CX-30 MHEV mostró un consumo de poco más de 12 km/l. Si bien queda lejos de los 20.8 km/l prometidos por la marca, estamos seguros de que si existe un beneficio en cuanto a economía de combustible en comparación a otros productos dentro de su segmento.
Como lo mencionamos en el primer párrafo de esta nota, si Mazda está incursionando en el tema de la movilidad electrificada es porque en verdad están comprometidos con mostrar un beneficio para el medio ambiente.
Según los datos mostrados por la marca durante una presentación, la versión Mild Hybrid de CX-30 emite apenas 132.9 gramos de CO₂ por kilómetro al cuadrado. Para darnos una idea, la versión convencional emite 150.2 gramos de CO₂ por km².
Según un estudio realizado por la Agencia Europea del Medio Ambiente, un promedio un automóvil emite 250 gramos de CO₂ por km², por lo que la implementación de este asistente Mild Hybrid ayuda a reducir los gases contaminantes.
Más allá de que la electricidad mueva al auto, el sistema Mild Hybrid se hace cargo de cierta demanda de energía de sistemas como el aire acondicionado, iluminación exterior o accesorios eléctricos. En casos convencionales, la energía necesaria para el funcionamiento de estos elementos proviene del motor, por lo que se requiere consumir más gasolina para cumplir con esto.
Ya que el sistema de asistencia electrónica es prácticamente imperceptible, CX-30 MHEV se maneja como cualquier otro vehículo de la marca. Esto quiere decir que el conductor no tiene que preocuparse por cambiar sus hábitos de conducción en favor a que el sistema funcione correctamente, como llega a suceder con ciertos productos híbridos convencionales.
A bordo de esta camioneta, recorrimos cerca de 200 kilómetros en Armenia, Colombia. Rodeados de paisajes increíbles, vegetación de todo tipo y una hospitalidad sobresaliente de todos aquellos que nos recibieron en sus localidades, comprobamos que CX-30 MHEV es un producto más que atractivo.
Sobresalen la calidad de materiales al interior, así como la atención al detalle de ciertos componentes en el habitáculo, pero su precio puede jugar un papel importante en la decisión de compra.
Por $517,900 , la variante MHEV de CX-30 se coloca arriba de la versión de acceso, la cual toma como base. Sin embargo, por 30 mil pesos menos, tienes acceso a un motor más potente con una diferencia de consumo mínima.
Bien lo dice Mazda, quien esté buscando comprar CX-30 MHEV es porque, más allá de una ligera mejora de consumo de combustible, está comprometido con el combate del calentamiento global y la contaminación.
Aquel que compre una CX-30 MHEV, sabrá que está ayudando a extender ese punto de inflexión en el que ya no habrá marcha atrás para combatir el cambio climático (que llegará en 7 años y 100 días si no se hace un cambio radical)
Por su parte, Mazda asegura estar trabajando en nuevas tecnologías para incluir la electrificación a su gama, pero no las revelarán hasta que sean realmente importantes en la industria.