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Cuando pensamos en una pick up, la primer idea que se nos viene a la mente probablemente sea una camioneta de trabajo. En parte es cierto, pero cada vez son más vistas también como un vehículo con el que se puede salir a la aventura.
Si bien, el mercado tiene una fuerte aceptación hacia las pick ups medianas de marcas japonesas, Chevrolet tiene en Colorado una alternativa que llega para ser diferente, con versiones enfocadas a diferentes objetivos.
Para conocer sobre las cualidades de la nueva Chevrolet Colorado, lo mejor es manejarla en donde mejor se desempeña: fuera del camino. En un primer contacto, logramos probar las versiones Z71 y ZR2, las cuales presentan características para su uso diario pero también para otras actividades que requieren de mayor “músculo”.
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Un estilo diferente
Una pick up, sin importar el modelo, tiende a ser un vehículo que impone por su tamaño. La gran altura y algunos aspectos del exterior son parte de lo que las marcas aprovechan para lograr una imagen robusta. En el caso de Chevrolet Colorado, luce bien lograda en este aspecto, pues la parrilla tiene unas terminaciones que parecen colmillos y faros relativamente delgados en proporción, pero que en conjunto parecen una serpiente enojada.
Hay cambios estéticos entre las versiones Z71 y ZR2, como fascias, emblemas y otras cosas, pero en general, se puede decir que la Colorado es una pick up que impone. Por detrás es más sencilla, ahora sin el corbatín pero con “Chevrolet” escrito en la caja.
Ver por el retrovisor a varias Colorado seguramente impone, especialmente a autos más pequeños en autopista. Además del frente, el nuevo motor de 2.7 litros turbo con 310 caballos de fuerza tiene buen empuje para lograr aceleraciones rápidas en este tipo de caminos. La transmisión es de 8 velocidades, que mejora el desempeño en carretera y ofrece un manejo no tan alejado de un SUV a pesar de su construcción de carrocería sobre chasis.
La cosa se pone aún mejor cuando la señal de teléfono desaparece y es momento de adentrarse en el bosque de Salazar, en el Estado de México. Primero, a bordo de una Colorado Z71, la misión fue seguir una vereda con piedras hasta llegar a una subida rocosa. Para esto, es necesario cambiar la tracción a modo 4 Hi, el cual activa el movimiento a todas las ruedas y bloquea la entrega de par cuando en lugar de ayudar, sería contraproducente.
A diferencia de manejar un deportivo en carretera o pista, el off road es más cansado pues hay que estar atentos de muchísimas cosas más. Piedras, bordes, en qué velocidad está la transmisión y ser suave pero constante con el acelerador.
Tras la primer prueba superada, nos esperaba una pendiente que entre el equipo que organizó la ruta denominaron “la subida mortal”. Además de estar más inclinada, había mucha tierra húmeda y suelta, cosa que es más complejo. A pesar de las llantas de la Colorado Z71, que aunque son todoterreno, no son tan rudas como las de la ZR2, había un poco de derrape que con algo más de velocidad inicial, se logró superar.
Corregida y aumentada
Para las demás pruebas, cambiamos a la versión ZR2 de Chevrolet Colorado, con una fascia que ofrece mejor ángulo de inclinación junto con placas protectoras de metal, que resguardan el cárter de aceite y otros elementos de destruirse. Nuevamente, el esquema de tracción seleccionado fue 4 Hi con bloqueo del diferencial trasero para lograr subir una pendiente rocosa, que sería la menor de las preocupaciones.
Estar arriba de una colina y escuchar por el radio que hay que alinearse con la bajada pone a pensar si realmente escuchamos eso que dijeron. Y sí. Una pendiente con 38 grados de inclinación, con pasto y tierra húmedos además de piedras sueltas fueron eso que nos hizo sudar las manos (y otras partes del cuerpo) porque desde el asiento del conductor se ve imponente.
No queda más que seguir las indicaciones de quienes saben cómo hacer esto. Pasar la transmisión a modo manual y primera e ir soltando suavemente el freno para dejar que la gravedad hiciera su trabajo. El descenso es lento, pero lleno de miedo hasta el punto en el que el terreno tiene tan poca adherencia que las llantas se deslizan hasta que la Colorado ZR2 cae a tierra firme (y relativamente plana), como si acabara de bajarse de la resbaladilla.
Tras otras partes de bosque y una que otra zanja es buen pretexto para usar las cámaras que tiene, tanto en los bajos como al frente, para lograr sortear estos obstáculos. Un charco de lodo resulta divertido de pasar y, entre más rápido, la Colorado se siente con mayor control. Es como si te dijera “sí, ensúciame, para eso estoy hecha”.
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Corazón de Google
El sistema de infoentretenimiento que todos conocíamos de GM era MyLink, pero con la Chevrolet Colorado llega una nueva era con Google Built-in en una pantalla de 11.3 pulgadas, lo que significa que corre a cuenta de esta empresa tecnológica. Los menús son intuitivos y la operación es rápida, además de que los comandos por voz ahora entienden comandos como para prender el aire acondicionado. Eso sí, se requiere de un plan de datos y señal para que funcione, pero cuando es posible, son muy naturales.
Por el contrario, lo que no es tan natural es que el interruptor de luces fue eliminado para ponerlo en la pantalla. Sí, está siempre en la misma posición, pero algo que tomaba apenas un segundo en usarse, ahora toma más tiempo y no siempre es tan sencillo de usar. Okay, son luces automáticas, pero de cualquier modo, encenderlas manualmente requiere quitar los ojos del camino además de que para prender los faros de niebla hay que usar otro menú.
Ya que hablamos de puntos a mejorar está el aspecto de los espacios para guardar cosas, pues aunque hay portavasos y consola central, son apenas suficientes. A cambio, la Chevrolet Colorado ofrece un escondite secreto en la tapa de la batea, misma que tiene apertura lenta para no azotar. Dicho sea de paso, puede cargar hasta 581 kilos y remolcar 2.7 toneladas.
Ya disponible
La Chevrolet Colorado ya está disponible en los diferentes puntos de venta del país con tres versiones:
- LT: $936,400
- Z71: $1,005,400
- ZR2: $1,126,400
La Chevrolet Colorado se fabrica en la planta de Wentzville, Missouri, y próximamente la marca compartirá la gama de accesorios que se adapten a cada necesidad.