El impacto que tiene en las mediciones de tráfico de nuestro sitio, la frecuencia en la que aparece como palabra clave en los buscadores más importantes y la oportunidad de poder decir “lo pude manejar” eran suficientes razones para estar emocionado por poner mis manos encima del primer eléctrico de Porsche .
No obstante, en la mañana asignada para poder conducir el nuevo Porsche Taycan mi emoción y nerviosismo era más intensa. Similar a la de alguien que va a tener la primera cita con su amor platónico o a la de un niño que va a Disneyland por primera vez.
Para conocer al nuevo superdeportivo eléctrico, el equipo de Porsche nos citó a las afueras de la Ciudad de México a las 10 de la mañana para después manejar hacia Valle de Bravo.
La anticipación, la emoción y la distracción del momento jugaron en mi cabeza y como consecuencia, llegué una hora y media antes de la cita original.
Ese tiempo extra me sirvió para confirmar que el diseño del Porsche Taycan está completamente orientado a lo funcional y que, por lo menos en aspecto, no transmite la vibra de un auto que almacena 760 caballos de potencia en su paquete de baterías, mismo que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2.8 segundos.
También pude ver cómo las controversiales entradas de aire colocadas por debajo de los faros delanteros son tan grandes que cabe mi mano completa sin esfuerzo alguno y, desde ahí, mis dedos pueden rozar la llanta delantera.
La presencia de este dramático (y otros) trazo en el diseño del Taycan tienen como finalidad llevar al límite el flujo aerodinámico de su carrocería contra el viento.
El resultado es exitoso, pues el coeficiente de arrastre de este auto es de .22, el mejor registro en la historia de cualquier Porsche y, consecuentemente, uno de los autos más aerodinámicos de la historia.
Existen sensaciones tan inesperadas como espectaculares que solo se suceden una vez en la vida. Una de ellas es la de la primera aceleración a fondo en el Porsche Taycan.
Aún en mi experiencia manejando algunos de los autos más potentes de la actualidad solo el Porsche Taycan me ha provocado un grito de emoción y miedo por un impulso similar al de una montaña rusa.
A medida que devoraba curvas a más de 180 kilómetros por hora, escuchaba canciones de Led Zeppelin, Queens of The Stone Age y Royal Blood a un volumen considerable y ni toda la energía que usualmente transmiten esas piezas hacía justicia a la adrenalina que provoca manejar el Taycan, pues su potencia es tan descomunal como maleable.
Nunca me había sentido tan seguro de manejar un auto a tan altas velocidades en carretera (constantemente marcando 260 km/h) y al mismo tiempo sorprendido de que el auto genera la sensación de tener mucho más margen para sorprendernos si es manejado al límite.
Este auto ya puede ser comprado en nuestro país con un mínimo de cuatro millones de pesos para la versión de entrada. Las entregas iniciarán en febrero de 2021 y, por esas fechas, profundizaremos en una exhaustiva prueba de manejo respecto a por qué es uno de los mejores autos de la historia, al mismo tiempo que nos brinda emoción de lo que depara al futuro de los autos con motorización eléctrica.