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Es posible que, en más de una ocasión, las prisas o el hambre te hayan orillado a comer al interior de tu automóvil. Sin embargo, los ' banquetes sobre ruedas' suelen traer como guarnición un sinfín de gérmenes.
De entrada, si optas por ingerir tus alimentos en el coche, difícilmente tendrás el tiempo o los utensilios para lavar tus manos de manera adecuada. Este es un paso que, más allá de la crisis sanitaria que enfrentamos en la actualidad, no debes saltarte.
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Suponiendo que, por ejemplo, lavaste tus manos en el establecimiento donde compraste tu comida , al llegar al vehículo tendrás contacto con las llaves y/o con la manija, cuyas superficies albergan cualquier cantidad de bacterias.
Peor aún si, ya instalado en tu asiento, se te ocurre prender el aire acondicionado , una decisión muy lógica tanto por las altas temperaturas que se registran durante esta temporada como para tratar de disimular el olor que desprende tu platillo . Lo que conseguirás será sazonar tu menú con ciertos tipos de estafilococos y de hongos.
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Y si quieres hacer más ameno (o, mejor dicho, menos incómodo) el momento, siempre está la opción de poner algo de música. Con el auto aparcado, tampoco hará falta tener el cinturón de seguridad puesto, entonces, procederás a liberarte de él. Con ese par de movimientos, ya tocaste dos de los puntos más antihigiénicos del coche .
Al respecto, la compañía de seguros española Qualitas Auto enfatiza que esta (mala) costumbre "puede acarrear problemas como infecciones de piel o intoxicaciones alimentarias .
"Lo mejor será que, si te encuentras en carretera , estaciones tu vehículo y pares a comer en algún bar o restaurante . Si llevas comida preparada, igualmente puedes parar y disfrutar de tu almuerzo en un banco al aire libre y, de paso, estirar las piernas", señala la empresa.
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Además de los desagradables invitados microscópicos, hay que considerar que algunos automovilistas desafían los principios de seguridad y comen mientras conducen, lo cual mermará su capacidad de reacción.
Esto incrementa 3.6 veces la probabilidad de provocar un accidente, de acuerdo con la empresa de tecnología estadounidense Lytx. Para ponerlo en perspectiva, dicha compañía calcula que interactuar con un teléfono o tablet hace que un choque sea 4.7 veces más probable.