Hace unas semanas, un medio de comunicación japonés reportó que en la estructura global de Toyota, la mitad de sus plazas técnicas serán ocupadas por desarrolladores de software .
El reporte no señala la cantidad de puestos que esto representa, sin embargo, deja ver mucho del cambio que se avecina para las compañías automotrices en el futuro inmediato.
A partir de esta noticia, podemos esperar que compañías como Ford, General Motors, Volkswagen y Nissan sigan los pasos de Toyota pues, tomando en cuenta la transición en la producción de vehículos de combustible a aquellos que usan electricidad, lo que menos importan son los “fierros”, sino la capacidad de los autos de facilitar la vida de sus usuarios.
El incremento de plazas dirigidas a ingenieros de software tiene dos lecturas: la carrera por el desarrollo de tecnologías de manejo autónomo es más intensa que nunca y que los usuarios cada vez se interesan menos en el comportamiento mecánico de los autos.
A estas dos premisas, se suma el hecho de que la producción de un vehículo eléctrico es considerablemente más sencilla que la de un auto de gasolina. Además de que el modelo cero emisiones requiere menos mecanismos para funcionar, el diferenciador en su funcionamiento no radica en la dirección o la suspensión; lo más importante es la batería.
Así, pues, una vez teniendo una batería que sea durable, provea una buena autonomía de recorrido en su funcionamiento y genere una buena cantidad de caballos de fuerza (según el tipo de vehículo), lo demás es relativamente sencillo de construir. No en vano, todas las marcas están desarrollando y construyendo plataformas modulares para usarlas en todo su portafolios sin importar el tipo de auto que fabriquen, SUVs, hatchbacks o sedanes; todos usarán la misma base.
Una de las curiosidades en esta transición es que, para llevarla a cabo, se necesita del talento más joven a la mano. Por esa razón, en las nuevas contrataciones de Toyota se contempla la adición de 300 ingenieros en software recién egresados de distintas universidades del mundo.
Estos nuevos puestos estarán concentrados en el centro tecnológico que Toyota ha construido en Tokio, Japón, donde solo trabajan ingenieros de disciplinas para los CASE (connected, autonomous, shared and electric vehicles).