Con cada nuevo lanzamiento, es posible suponer que se tratará de algún tipo de camioneta. Y es que se han subsegmentado de una manera importante en los últimos 10 años, aproximadamente. Pasaron de ser vehículos más bien recreacionales a aquellos que todo mundo desea.

¿Pero a qué se debe esta popularidad? Fue una tendencia iniciada por la Ford Explorer de los años 90, donde un SUV ya no tenía que ser sinónimo de un vehículo tosco y enfocado hacia la aventura, sino más bien para su uso cotidiano.

En muchos de los casos, los SUV toman como base la plataforma de su contraparte sedán. Por ejemplo, un Honda Civic sirve para crear una CR-V, por lo que muchos de los rasgos de manejo se mantienen. También, el uso de plataformas modulares ofrece características similares al resto de la gama.

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Además de la moda por manejar una camioneta, los compradores se sienten atraídos a ellas por tener una posición de manejo más elevada que, por ende, brinda mayor seguridad. Aquellas personas que no son las más hábiles al volante o que inician su vida como conductores se sienten en una zona de confort por ver todo su entorno con mayor facilidad.

No es que un sedán o un hatchback sean más complicados de manejar, pero la altura adicional sobre el suelo genera esta sensación. Otro punto importante es el espacio. Esto es discutible, ya que las camionetas subcompactas, o sea, las más pequeñas, muchas veces son ligeramente menos amplias que un hatch.

Pero en términos generales, ofrecen una buena capacidad de carga sin sacrificar espacio para piernas o cabeza en cualquiera de sus asientos. Esto, sumado a la apertura de mayor tamaño de la cajuela y a la posibilidad de instalar una caja portaequipaje en el techo brindan un extra de versatilidad.

¿Y si se mezclan segmentos? Gracias a esto, es que existen camionetas con formas más orgánicas, tipo coupé, otras de carácter totalmente deportivo, y otras más bien urbanas. Depende lo que se busque, pero las camionetas tienen un amplio catálogo de alternativas para satisfacer necesidades.

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Esta popularidad ha hecho que los sedanes y coupés estén en peligro de extinción. Los que antes eran considerados autos más aspiracionales cambiaron a favor de una camioneta que, probablemente, tenga características de diseño más atrevidas a las de un SUV regular. Eso sí, sin sacrificar (tanto) el espacio interior ni la capacidad de carga en la cajuela.

Esto termina por concluir que, en los próximos años, continuaremos por ver nuevas versiones y formas en los diferentes segmentos de los SUV y crossovers, pues es una fórmula que le ha resultado bien a la industria desde el punto de vista de ventas.