Los automovilistas suelen molestarse sobre pequeños bordes (topes) que están colocados en las calles y avenidas de la ciudad pues, muchas veces, estos ocasionan daños en el vehículo o, si no son vistos, hasta a las personas dentro de él.
Sin embargo, éstos han salvado la vida tanto de automovilistas como de peatones, pues su función es reducir el exceso de velocidad de los conductores que no respetan los límites o la luz roja del semáforo.
Los reductores de velocidad o como se conocen en nuestro país "topes" fueron inventados por el físico estadounidense Arthur Compton en 1953 quien estaba preocupado por el exceso de velocidad de los vehículos y los problemas que esto ocasionaba.
Existen diferentes tipos de recutores de velocidad como:
Topes:
Montículos de asfalto que se instalan en arterias viales secundarias, con medidas específicas que, generalmente, no se respetan.
Bolardos:
Boyas de metal de una altura aproximada de 10 centímetros.
Vialetas:
Bolardos pequeñitos, que generalmente se instalan en tres filas.
Vados:
Reductores fabricados en forma de “V”, sobre el asfalto.
Vibradores:
Pequeños tramos del asfalto fabricados en forma de lavadero.
En México no existe una cifra exacta de cuantos reductores de velocidad existen, se calcula que en la Ciudad de México hay 30 mil topes , de los cuales 2 mil 316 no se apegan a la normatividad.