En la industria automotriz han existido grandes productos que pasan a la historia y se convierten en absolutas leyendas en ventas. Ya sea por su practicidad, propuesta mecánica o simplemente moda, vehículos como el (Vocho), Ford Mustang o Porsche 911 siempre serán recordados como los más vendidos de sus segmentos.

No obstante, la historia no es la misma para todos los autos. Algunos cumplen su ciclo de vida sin pena ni gloria para ser reemplazados por otro modelo igual de insignificante que representa un porcentaje de las ventas.

Por otro lado, hay coches que, desde su planeación, se perfilan como los mejores y las marcas invierten mucho capital en el desarrollo del mismo. El gran fracaso viene cuando el pensado “auto insignia” no se vende al ritmo que se tenía pensado y, por el bien de la compañía, deben parar su producción para no perder más dinero.

Aquí te enlistamos 4 ejemplos de la situación anterior: grandes automóviles que prometían ser de los más vendidos, pero simplemente no lograron el éxito pensado.

Por qué estos autos que prometían mucho fueron un fracaso total en ventas
Por qué estos autos que prometían mucho fueron un fracaso total en ventas

Lexus LFA

Considerado como una leyenda moderna en la industria automotriz, el coche que pensaba ser la insignia de Lexus montaba un motor V10 bajo el cofre que enviaba 553 caballos de fuerza al eje trasero y emitía un sonido característico gracias al sistema de escape triple firmado por Yamaha.

Como dato curioso, fue de los primeros autos en equipar un tacómetro digital porque los análogos no podían mantener el paso de las vueltas del motor.

El LFA prometía más de lo que cualquier otro Lexus de la época, pero su desarrollo demoró más de lo esperado, retrasando su lanzamiento del 2006 al 2012 por un precio de 375,000 dólares . Para cuando llegó al mercado, ya habían propuestas más accesibles que prometían un desempeño similar como el Audi R8 V10 o Nissan GTR R35.

Por qué estos autos que prometían mucho fueron un fracaso total en ventas
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Chevrolet SS

Usualmente, las letras “SS” en la familia de nos indican que estamos ante un auto que recibió un tratamiento intenso para volverlo más agresivo y deportivo. En este caso, Chevrolet decidió lanzar un modelo que directamente utilizaba las dos letras como nombre.

En realidad, se trataba de un Holden Commodore SS con 415 caballos de fuerza, tracción trasera y transmisión manual de 6 velocidades . Esta combinación estaba enfocada para todos aquellos que disfrutaran de los sedanes familiares sin olvidarse de la diversión al volante.

No obstante, la estrategia de mercadotecnia con el modelo no fue la mejor. General Motors esperaba que la popularidad de las letras “SS” bastaran para venderse bien, pero no fue así. Su producción duró de 2013 a 2017 y hoy en día son buscados por algunos coleccionistas antes de que aumenten su valor.

Por qué estos autos que prometían mucho fueron un fracaso total en ventas
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Studebaker Avanti

Studebaker tenía la firme intención de competir contra el Chevrolet Corvette y, en 1963, desarrollaron al Avanti, un coupé deportivo de dos puertas que en su momento fue el auto más rápido del mundo con una velocidad máxima de 286 km/h gracias al uso de un motor V8 con 241 hp.

Justo antes de su lanzamiento, y con una buena cantidad de depósitos en la cuenta bancaria de la compañía apartando un Avanti, Studebaker frenó el proyecto por “problemas de calidad” y retrasaron las entregas.

De las 200,000 unidades planeadas, solamente vendieron 1,200 en su primer año y, durante todo su tiempo de vida, se colocaron apenas 4,500 Avantis.

Por qué estos autos que prometían mucho fueron un fracaso total en ventas
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Dodge Viper

O mueres siendo un héroe o vives lo suficiente como para convertirte en villano. El Dodge Viper es el claro ejemplo de que, cuando algo se alarga más del tiempo debido, comienza a decaer notablemente. La quinta generación de este deportivo americano fue una de las mejores en términos mecánicos, pero su popularidad ya no era la misma.

Como parte de una estrategia de mercadotecnia, en lugar de llamarse Dodge Viper, la marca decidió nombrarle SRT Viper , algo que confundió a algunas personas al momento de hablar del modelo. Al notar este error, Dodge volvió como parte principal del nombre, pero no significó gran mejora.

Las ventas fueron tan malas, que Dodge paró la producción completa del modelo por 2 meses para no saturar a los distribuidores de unidades que no se vendían. En gran parte, la amplia oferta de deportivos con prestaciones similares por menos precio terminaron por matar al Viper hace apenas unos años, pero podría ser que en un futuro lo veamos volver como un estandarte de la deportividad electrificada del nuevo grupo .