A pesar de que es obligatorio circular con seguro en nuestro país, menos del 30% de los conductores cuenta con uno según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Siendo ahorrar la principal razón por la que las personas no contratan uno.

La Condusef estima que un accidente automovilístico puede costar en promedio 35 mil pesos. Si bien no se compra un auto pensando en que se va a chocar, la posibilidad se encuentra latente desde el momento en que se toca la calle y es preferible estar preparado para no recibir un golpe directo a la cartera.

Gracias al internet tenemos acceso a muchas, y cada vez más, aseguradoras y páginas donde se puede cotizar en tiempo real las ofertas que hay. El objetivo es que el usuario pueda escoger un plan que se ajuste a sus necesidades. En algunas empresas tienen promociones dirigidas a los pagos de deducibles, un elemento extra para buscar que los mexicanos se hagan de la cultura de asegurar su auto.

También existe la opción agregar a las mensualidades de un coche el precio del seguro, esto si es el caso de estar comprando un auto nuevo o se saca en un leasing.

Lo más importante al escoger un seguro es fijarse a detalle los servicios que ofrece, sus precios y que cobertura tiene. Igualmente se debe verificar que la póliza garantice Responsabilidad Civil, que es la cobertura que exige el reglamento de tránsito pues protege a terceros y a sus bienes.

Existen dos tipos de coberturas: la limitas y la amplia. La diferencia radica en que la primera puede o no cubrir el robo de tu auto y que la segunda puede cubrir daños más específicos. Escoge el más se acomode a tus necesidades.

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