A pesar de que es un elemento que todos los autos en la calle deben de portar, pocas personas se han cuestionado el origen de las placas . Si bien su función principal es mantener un registro de los automóviles, su historia es un tanto curiosa y merece ser contada.
Según datos del INEGI . en 2020 se tenía registro de 50 mil 300 vehículos en circulación. Cada una cuenta con dígitos irrepetibles, sellos de seguridad para evitar falsificaciones y códigos para que las autoridades tengan un informe de nuestro auto.
Cada placa es única,
y en estas líneas te contaremos algunas de las curiosidades de este pedazo de lámina que se ha vuelto sumamente importante para mantener un control y registro de los autos.
Según los registros históricos, la primera placa para autos en el mundo surgió en 1893, cuando en París comenzaron a popularizarse los “automóviles” de aquella época. En esa entonces se consideraba más como un permiso para rodar que como un registro del mismo.
No fue sino hasta 1901 que, en Estados Unidos, se diseñó un esquema que permitía mantener un registro de los autos gracias a la placa. Este elemento debía de ser fabricado por el propio dueño y debía incluir las iniciales de su nombre para saber a quién pertenecía el vehículo.
En México , la primera placa de la que se tiene registro llegó en 1923 . Esto fue durante la presidencia de Álvaro Obregón, y no se sabe con exactitud el modelo al que fue destinado el primer registro.
Según información de SEMOVI , las placas cuenta con al menos siete candados de seguridad avalados por la NOM-001-SCT-2-2000. Esta norma indica que se debe de contar con elementos como imágenes impresas en tinta invisible, burbujas de aluminio con tinta reflejante, códigos de barras auténticos y, en algunos casos, remaches con leyendas de la SCT.
En años más recientes, los dígitos cuentan con hologramas especiales, así como un código QR que despliega información para las autoridades con datos básicos del coche.
De acuerdo con la NOM-001-SCR-2-20001, cada estado del país puede emitir sus propias placas para llevar su registro de vehículos en su territorio. Esto, naturalmente, hace que el manejo de información sea más fácil, pues cada gobierno estatal lleva el control de los autos circulando con un registro local.
A pesar de que cada estado puede diseñar sus propias placas , todas deben de cumplir ciertos requisitos básicos. Los más comunes son los sellos de seguridad mencionados anteriormente, así como el tamaño de la lámina.
Cada una debe de llevar la abreviatura oficial del estado de origen, así como la vigencia. Según INEGI, en promedio se cambia de diseño cada tres años en los estados, escogiendo lugares emblemáticos de lugar para el diseño del fondo de la placa.
Según el último registro que se encontró en las páginas de licitación gubernamental, la Corporación Mexicana de Impresión (Comisa) es la encargada de producir todas las placas para automóviles nuevos en la Ciudad de México.
El mito o leyenda urbana de que los presos son aquellos que las fabrican es completamente falso. En el caso de México, Comisa tiene un taller especializado con las herramientas necesarias para cortar, moldear el metal e imprimir los dígitos en series.
Tanto el diseño como el número de serie es trabajo del gobierno, pero el resto de manufactura es trabajo de la imprenta. Esta misma compañía se encarga de la recolección de placas viejas entregadas en la SEMOVI para fundirlas y reciclar el material para generar nuevas láminas.
De acuerdo con los registros del gobierno de la CDMX , actualmente existen 11 tipos diferentes de placas . Hay para autos particulares, motocicletas, placas demo, placas de traslado, para personas con discapacidad, remolques, autos antiguos, vehículos de emergencia, transporte de carga, transporte público y corredores viales.