La época de lluvia puede ser una de las más peligrosas para todos los automovilistas, ya que durante la lluvia se puede perder la visibilidad y el control del auto. Una de las maneras de viajar seguro en estas condiciones es teniendo unas llantas para la lluvia .
Si notas que los neumáticos con los que cuenta tu auto ya están desgastados, lo recomendable es que los cambies de inmediato porque las llantas desgastadas no ayudarán a evacuar el agua que entre en ellas.
De acuerdo con
, las llantas se pueden dividir en neumáticos para invierno y verano, siendo los últimos ideales para la lluvia. Sin embargo, dentro de las llantas de verano puede existir una gran variedad.
señala que las llantas para lluvia deben tener mayor profundidad en las líneas de la banda de rodadura. Estas líneas entre más profundas sean mejor podrán filtrar el agua que entre en ellas.
Un neumático con 7 milímetros de profundidad en las líneas tarda aproximadamente 50 metros en frenar el auto, mientras que si cuenta con 5 milímetros de profundidad necesitará más distancia para realizar el frenado.
Una de las consecuencias de no tener unas buenas llantas para la lluvia es que mientras manejas puedes experimentar el hidroplaneo o también conocido como aquaplaneo. De acuerdo con
, éste ocurre cuando los neumáticos ya no pueden filtar el agua que entra en ellos, por lo que pierden el contacto con la carretera.
Al perder el contacto con el pavimento, las llantas comienzan a rodar sobre una fina capa de agua lo que puede provocar un accidente.
Además de prestar atención en la profundidad en las líneas de la banda de rodadura, busca llantas para la lluvia que ofrezcan un mejor agarre, resistencia y un óptimo frenado tanto en piso mojado como en seco.