Todo auto cuenta con un manual del propietario, el cual debería de ser leído a detalle desde el primer momento para evitar sorpresas como la que pasó hace unos días, según NJ.com. “Todos los registros del mantenimiento son responsabilidad del dueño,” se puede leer en el manual de un Genesis 2015 propiedad de Rebecca Walker, quien no se percató de esto previamente.
En julio, su auto comenzó a hacer ruidos extraños y, circulando por la carretera, dejó de funcionar de un momento a otro . Afortunadamente, luego de unos minutos, logró volver a encenderlo y llegó a un lugar seguro a un par de kilómetros, pero de ahí tuvo que pedir asistencia de su agencia Hyundai más cercana.
La agencia se llevó el auto y quedó de contactar a la dueña del mismo cuando tuvieran claro qué era lo que le sucedía. Al día siguiente, el taller le marcó para notificarle que su auto requería de un cambio completo de motor por una falla severa con 146 mil kilómetros.
Naturalmente, Rebecca trató de hacer válida la garantía de 10 años o 160 mil kilómetros en la agencia para que las reparaciones no fueran costosas. En el taller quedaron de avisarle cuando comenzaran con los trabajos, pero a las pocas horas recibió una llamada de la agencia.
“Le llamamos para preguntarle sobre los tickets de mantenimiento del auto, especialmente los del servicio de aceite ,” le comentaron a Rebecca por teléfono. La dueña del Genesis contestó que si habían hecho el cambio en tiempo y forma, pero que no tenía el ticket, pues solía tirarlos.
Rebecca les comentó que podían checar el sticker del parabrisas en donde venía la última fecha del cambio de aceite , así como el próximo agendado. Un par de días pasaron y Walker recibió una llamada más de la agencia diciéndole que no podían hacer válido el sticker para la garantía.
“Me dijeron que las personas del taller tomaron fotos del motor en cuanto llegó al servicio y se notaba que el mantenimiento no había sido el adecuado. Es algo ridículo, pues todos los servicios los realizo con ellos mismos y bien saben que todo está en orden,” comentó Rebecca. Según las declaraciones de la afectada, se puso a investigar y encontró que varias personas habían reportado lo mismo en modelos similares al suyo en los últimos meses.
La afectada debía de pagar por todo el cambio de motor si quería seguir usando su Genesis. Buscó ayuda de asesores legales para tratar de ampararse, pero Hyundai tampoco se quedó de manos cruzadas y apeló por el hecho de que todos los registros de mantenimiento son responsabilidad del dueño, tal y como lo especifica en su manual.
Según las estimaciones del taller, deberá de pagar cerca de 8 mil dólares por un motor nuevo , más todos los demás componentes necesarios para que vuelva a andar por las calles como nuevo.