Como suele suceder con algunos términos mecánicos especializados en la industria de los automóviles, la definición y características de cada una de estas configuraciones puede ser confusa.
En esta nota, te explicaremos los fundamentos, comportamiento y características de un motor delantero, un motor central y un motor trasero , para que comprendamos más a detalle el porqué las marcas optan por estos tipos de configuraciones.
Motor delantero
Es un hecho que más del 90 por ciento de los automóviles circulando por las calles tienen esta configuración mecánica , lo que lo convierte en el tipo de motor más popular en la actualidad.
Anteriormente, era más común encontrar autos con motor adelante y tracción trasera, pues el propulsor daba la potencia al eje posterior mediante un cardán, pero la actualidad demanda una reducción de costos necesaria, así que optan por esta configuración mecánica para ahorrar unos pesos al enlazar al eje delantero sin necesidad de tantos componentes.
Su comportamiento tiende mucho al subviraje cuando se le lleva a niveles de demanda elevados, como tomar una curva a alta velocidad. El subviraje es provocado por la gran concentración de masa en la parte delantera del vehículo, que complica el dar la vuelta por más que queramos.
Por lo tanto, si lo que buscas es un desempeño básico, con un comportamiento balanceado sin altos costos de mantenimiento y mecánica relativamente sencilla , un auto con motor delantero puede ser una buena opción.
Motor central
Este es un término un tanto engañoso, porque generalmente se encuentran en la parte posterior de un auto, pero, al no estar tan cerca del extremo trasero, se les considera como un bloque central.
Este tipo de configuración se caracteriza por un comportamiento balanceado, ya que al colocar el centro de masa del auto en el centro se mejora la estabilidad considerablemente en las curvas . Incluso, a pesar de que la mayoría de autos deportivos que montan este tipo de motor son tracción trasera, el eje delantero no pierde contacto con el camino gracias a una correcta distribución del peso.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas con este tipo de motores. La cabina de los autos con motor central suele ser muy reducida , pues no existe el espacio donde iría una segunda fila de asientos. También, en caso de que pierdas el control, es mucho más difícil recuperar el auto gracias a su muy bajo centro de gravedad.
Motor trasero
Si tu finalidad no es visitar una pista de carreras cada fin de semana, es difícil encontrar un pretexto para adquirir un auto con esta configuración mecánica. ¿Por qué? Dada la distribución de peso y tracción trasera, es muy complicado convivir con autos de motor trasero en ambientes citadinos cuando no están bien configurados.
En autos con este tipo de motor sucede lo contrario al fenómeno que vimos en los motores delanteros. En lugar de subviraje, encontraremos un sobreviraje muy marcado , que comúnmente es conocido como “derrape” o “drift”.
Sin embargo, su tamaño compacto y aceleración casi inmediata en el eje trasero son elementos que los convierten en una de las mejores opciones para las pistas, y en manos ligeramente experimentadas podrás sacarle provecho hasta el último caballo de fuerza disponible. El ejemplo más claro de una buena configuración de este tipo, es sin lugar a dudas el Porsche 911.