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Todo auto es mejorable a través de una modificación
. Sin embargo, la falta de estrategia y conocimientos, así como los excesos tanto en presupuesto como en entusiasmo nos pueden dejar con un vehículo en un estado inferior al inicial . Una modificación irremediablemente trae también una característica marginal adversa , un trade-off, que no puede ser eludida. Sólo en el aspecto de los neumáticos, si elegimos un juego con cara más delgada es irremediable que será más frágil ante baches, mientras que con una mezcla de caucho más suave durará menos. El balance de trade-off nos lleva a elegir modificaciones que sean viables mientras aporten un desempeño superior. Veamos algunos ejemplos de decisiones que no aportan a nuestro vehículo , y la razón de esto:
1) Más poder que hace más lento el vehículo
Cambiar la computadora, instalar un sistema de óxido nítrico o incrementar la presión del turbocargador sin hacer los correspondientes cambios en llantas y transmisión sólo llevará a quemar más caucho. Un vehículo que pierde la energía restregando sus llantas contra la superficie en lugar de aplicar esa fuerza para moverse no resulta más rápido. Dos modificaciones que pueden aprovechar mejor ese poder adicional es un juego de llantas de mezcla más suave, y si vamos a usar en arrancones el auto, un reductor de paso.
2) Llantotas que reducen el arranque
Es cuestión de física aristotélica el comportamiento del brazo de palanca. Aumentar el diámetro de tus neumáticos causa que el motor requiera más trabajo para dar una vuelta a la misma llanta. Este cambio sí puede ayudar a alcanzar una velocidad tope mayor, pero reducirá la capacidad de un arranque más rápido. Puede ser útil sólo si vas a buscar un récord de velocidad en Bonneville o El Mirage, pero en la calle tendrás un auto más lento de semáforo a semáforo.
Por otra parte, un juego de llantas con cara demasiado delgada hará que el vehículo sea muy susceptible a irregularidades en la superficie y más proclive a perder trayectoria en curvas. Como ejemplo, revisa el ancho de la cara utilizadas por la FIA en las categorías GT y GTA: 18 pulgadas en prácticamente todos los modelos, con caras 645 a 705. En imágenes de este campeonato podrás ver que no se trata de caras tan delgadas como algunas alternativas que se ofrecen en pisos de venta, porque en muchas ocasiones el piloto estará circulando sobre los lavaderos de las curvas.
Con mayor razón no te conviene como usuario urbano un perfil tan delgado si estarás usando tu auto en calles que contengan topes, boyas, baches y la ocasional grava suelta. Adicional a la fragilidad ante irregularidades, una llanta de perfil ultra bajo incrementa el riesgo de acuaplaneo en caso de lluvia y hasta cuando los jardineros están regando la jardinería al lado de las avenidas.
3) Aerodinámica que frena
La finalidad de un alerón es proveer fuerza descendente para mantener el vehículo adherido a la superficie, pero tienen el costo de aumentar la resistencia al avance. Muchos hemos visto vehículos básicos cuyo único componente modificado es un grotesco alerón trasero y algunas calcas. En estas circunstancias este componente solo está haciendo gastar más combustible a su usuario. El alerón va a ser de nuestro interés cuando necesitemos más agarre en un arranque de cuarto de milla o en curvas, durante un circuito o rally, pero en el día a día meramente es el equivalente de calle a portar orejas de burro en el salón de clases. Podemos saber que nuestro vehículo se beneficiaría de un alerón cuando percibimos que no se adhiere a la superficie, a pesar de tener las llantas adecuadas para el uso buscado. Sólo entonces empieza a tener sentido este ajuste. Una alternativa más práctica que brinda esta función es el efecto inferior a piso, pero están disponibles sólo para algunos modelos de auto.
4) Alimentación que quita potencia
Es error común al instalar un filtro de alto flujo el remover la caja que rodea al filtro stock para dejar que el nuevo componente “agarre más aire”. El problema está en que la función última del filtro de alto flujo es incrementar el volumen total de oxígeno disponible para la mezcla de combustión, pero dejar que la alimentación tome aire caliente del habitáculo del motor resulta en menor volumen de oxígeno accediendo. Esto obedece a que un gas a mayor temperatura tiene menor densidad, por lo que la cantidad total de oxígeno es inferior si el aire alrededor del filtro está caliente. Para prevenir esta situación se usa una caja de alimentación que tome aire fresco del exterior, ya sea desde el frente en la parrilla, de una ventila en el cofre o bien desde abajo del vehículo. Esto último conlleva el riesgo de que al pasar un charco profundo, de esos que casi no hay en nuestro País, podría succionar agua y desbielar nuestro motor.
5) Sonido que pesa
Un porcentaje de los entusiastas de la modificación suelen incluir en su vehículo un estridente sistema de sonido que sustituye al de fábrica. Pero ¿qué sistema de audio llevan los prototipos de LeMans o los monoplazas de Fórmula 1? Si nos interesa el desempeño, el único sonido que nos concierne es el emitido por el sistema de escape. Los kilogramos adicionales que implican amplificadores, ecualizador, bajos, batería adicional y crossover son peso muerto para fines de velocidad.
En general debemos tener en cuenta no hacer modificaciones irreversibles si son a nivel experimental. Estos son algunos puntos de interés que es necesario evitar, pero no todo en la vida es vituperio y descalificación: en la siguiente entrega veremos cinco modificaciones que sí resultan recomendables para tu auto.