A lo largo del tiempo, hemos demostrado que la idea de que el mundo automotriz es exclusivo para los hombres está caduca. Dentro de esta industria, las mexicanas son motivo de orgullo nacional , pues en plantas de ensamble, deporte motor y corporativos automotrices, encontramos casos de éxito que demuestran que, a base de trabajo y esfuerzo, han podido destacar.
Para esta entrega, no presentaremos un nuevo talento. De hecho, hemos hablado en repetidas ocasiones con ellas y es el crecimiento en sus carreras lo que ha provocado un nuevo logro en sus ya admirables trayectorias. Hoy, tres mujeres mexicanas que han triunfado en la industria nacional han sido reconocidas en otros países y son responsables de la comercialización de marcas automotrices en el extranjero en naciones y regiones muy variadas y complejas entre sí.
Estamos hablando de Claudia Márquez , CEO de Genesis para Estados Unidos; Mayra González , directora de ventas de Nissan en Japón; y Rosy Guerra , CEO de Ford para América Latina y el Caribe. Te presentamos un breve recuento de su exitosa carrera y algunas impresiones que compartieron con nosotros para entender y dimensionar la relevancia de su éxito profesional en esta industria.
ROSY GUERRA
Haber sido la primera mujer mexicana en dirigir a una empresa tan longeva como Lincoln no es cualquier cosa. Sin embargo, este es solo uno de los pasos que Rosángela Guerra tiene pensado dar en su exitosa carrera profesional.
Ahora, la chihuahuense es la directora general de Ford en Puerto Rico, Centroamérica y el Caribe, una tarea que describe como “muy compleja”, pero que le emociona como nunca. Para ella, un factor esencial en la receta de liderazgo de cualquier tipo es la capacidad de soñar. Sin esto, dice Guerra, que no hay muchas motivaciones para crecer y, consecuentemente, es muy fácil quedarse en la zona de confort.
“Desde que entré a trabajar a Ford en Chihuahua, me puse como objetivo ser la directora de la compañía en algún punto de mi vida. Este nuevo puesto que asumo es la antesala para lograrlo. Sin embargo, soy muy consciente de que la responsabilidad frente a este reto es enorme. De esa manera, si quiero mantener mi sueño de ser CEO de Ford en México, tengo que hacer las cosas bien en este proyecto”, señala.
Para Rosy, como ella prefiere que le llamen, este reto la lleva a tener un alto nivel de exigencia con ella misma. Subraya la complejidad de ser la responsable de la venta de Ford en mercados tan variados y con particularidades geográficas muy interesantes. Esto la hace replantearse la manera en la que había trabajado hasta ahora.
“ Son 24 países los que tengo que gestionar y, sin duda, me pone nerviosa entender las regulaciones, tratar con cada uno de los gobiernos y, sobre todo, brindar una buena experiencia al cliente. Sin embargo, estoy segura que el buen trabajo que hicimos en México me servirá para crear un gran equipo de trabajo que me ayude lograr los objetivos que me han sido encargados”, señala.
Rosy menciona que, para tener más casos de éxito de mexicanos triunfando en el extranjero, es indispensable recibir mensajes de empoderamiento desde los niveles más básicos de educación.
“En muchas ocasiones, te das cuenta que el principal obstáculo para triunfar es el no creérsela. Así como por mucho tiempo decían que las mujeres no teníamos cabida en la industria automotriz, yo creo que el siguiente paso es establecer y sembrar en nuestra mente que los mexicanos somos muy talentosos y podemos aportar mucha experiencia en el extranjero. No importa si son hombres o mujeres, si tenemos el “mindset” de que somos fregones y que podemos trabajar para llegar a grandes objetivos, lo conseguiremos”, concluye.
Claudia Márquez
Lo que empezó como una simple opción para el desarrollo de su carrera profesional, más adelante se convirtió en un camino sumamente exitoso para Claudia Márquez.
“Cuando salí de la carrera, deseaba poner en práctica el idioma alemán que había aprendido años antes. Había una vacante en BMW y pensé que sería una buena opción. Sin embargo, jamás imaginé que me dedicaría a la industria automotriz toda la vida y, para ser muy francos, creo que le he podido aportar un poco de mi experiencia y personalidad al mercado mexicano”, señala Claudia.
Claudia Márquez ha trabajado en la industria automotriz desde 1995 y, desde entonces, ha trabajado en cuatro consorcios automotrices y 10 marcas de autos con impacto y responsabilidad para más de 20 países como Alemania y Japón.
Ella señala que su crecimiento profesional obedece a su carácter de persistencia y al amor que le ha impreso a cada una de las responsabilidades que ha tenido en la industria automotriz.
“Desde pequeña he sido muy aguerrida. Soy sumamente emotiva, competitiva y me gusta la excelencia. Debo confesar que me gusta tanto la industria automotriz a un punto en el que me hierve la sangre cuando las cosas no salen bien o, al contrario, conseguimos un logro importante para el equipo”, declara Claudia Márquez.
Claudia fue recientemente anunciada como la nueva COO de Genesis , la marca de autos coreanos premium en Estados Unidos. Sin embargo, esta no es su primera experiencia directiva en el país vecino, pues anteriormente operó como directora de ventas de Nissan en dicho mercado.
Para ella, la razón por la cual ha tenido éxito en Estados Unidos es el estar abierta a aprender cosas sin importar qué tan complicadas parezcan. “Sin lugar a dudas, cuando llegué a mi primera experiencia laboral en Estados Unidos estaba sumamente nerviosa. Sin embargo, la mentalidad de apertura a entender cómo funcionaba el mercado de allá me hizo agarrar mi ritmo y así, empezar a aportar mi conocimiento y mi experiencia.”
“También fue fundamental el hecho de asumirme como alguien diferente y, a partir de eso, aportar un punto de vista distinto. Sin lugar a dudas, eso generó un impacto porque tristemente no estamos acostumbrados a ver mujeres mexicanas de la industria automotriz haciendo un buen trabajo en el extranjero. Sin embargo, me da gusto ver que eso está cambiando y en unos años estoy segura que veremos muchos casos así”, concluye.
MAYRA GONZÁLEZ
La cultura popular señala que para conocer cómo funciona un negocio en su totalidad, hay que haber pasado todas las áreas de operación. Muy pocas veces esto se cumple. Sin embargo, el caso de éxito de Mayra González es muy similar a esta teoría.
Mayra González nació en la Ciudad de México y su inicio en la industria automotriz fue como vendedora en una agencia de Nissan . Ella señala que ahí aprendió que un auto no es cualquier cosa y que no importa de qué modelo se trate, éste puede ser el sueño de un cliente.
“Desde los inicios de mi carrera, me mentalicé que lo más importante es el servicio al cliente, pues un auto es solo un número en nuestros reportes de ventas. Sin embargo, para mucha gente representa años de trabajo y esfuerzo para conseguir el dinero que les permita tener un auto”, señala.
Mayra González ha gozado de una excepcional carrera en la industria automotriz. En sus casi 20 años de experiencia trabajando para Nissan, la ejecutiva ha visto el crecimiento de la marca hasta llegar al liderato en ventas en 2009 y, desde entonces, no bajar de esa posición.
“Cuando llegamos a esa posición, nos pusimos como objetivo no bajar de ahí y eso me motivó a desarrollarme profesionalmente con la idea constante de ser la número uno en todo”, señala Mayra González.
“Yo creo que, cuando entré a dirigir esta empresa, me tocó manejar un barco que navegaba en aguas muy tranquilas y comenzó a entrar en un océano con tormenta y muchas complicaciones. Y, más que mi aportación, yo considero que me he enfocado a buscar el equipo adecuado para que este barco viaje de la mejor manera. Y, lo hemos encontrado. Para mí es inconcebible la idea de destacar de manera individual sin tomar en cuenta a mi equipo”, señala.
Esta procuración del trabajo en equipo ha llevado a que continúe cosechando triunfos en su carrera y, luego de tres años dirigiendo la operación total de Nissan en nuestro país, fue reconocida por su labor y le fue encargada la dirección de ventas globales de la marca japonesa.
Actualmente, trabaja en las oficinas centrales de la compañía en Japón y señala que la cultura de trabajo que estableció en México le ha ayudado a crear disciplina y transmitir la idea de que cada auto es un sueño distinto para cada consumidor.
“México es el mercado ejemplar para Nissan en todo el mundo y yo estoy segura de que no solo es por ventas, sino por la dinámica de trabajo que construimos hace años”, finaliza.