Para alguien que creció con la cultura del automovilismo japonesa presente gracias a videojuegos, películas y revistas, Mazda siempre será sinónimo de ser diferente, de pensar fuera de la caja.
Motores rotativos , autos con puertas ocultas (RX-8) y conceptos de diseño que, francamente, parecían de otro mundo, Mazda trabajó durante décadas para ser considerados como una firma que no juega al ritmo de los demás, sino que traza su propio camino con elementos sobresalientes.
Pasan los años y, si bien ahora Mazda ha tomado un camino más sobrio, no deja de ser una marca de la que todo mundo habla por ser diferente. Sí, ahora siguen ciertas tendencias de la industria pero, como siempre, lo hacen a su manera.
La apuesta que siguen en la actualidad suena fácil en papel, pero es difícil en ejecución: ser una marca premium . Si bien esto ha ocasionado una oleada de críticas hacia la marca, la realidad es que llevan unos cuantos años trabajando en pequeños detalles que los acercan más a ese tacto premium que están buscando.
Para Mazda, ser premium no significa cromo por todos lados, pantallas de gran tamaño e interiores con mucho lujo. Para ellos, este concepto debe de ser definido por siempre dar ese extra que los demás no dan y, en su caso, es una atención al detalle incomparable.
El vehículo que se encargará de llevar esta idea a los consumidores será CX-90 . Estrenando plataforma, motor desarrollado desde cero con seis cilindros en línea y sosteniendo el récord del Mazda más poderoso en la historia de la marca, esta SUV tendrá uno de los papeles más importantes dentro de la industria automotriz. Viajamos hasta Los Ángeles, California, para conocer todos los detalles que te contaremos en este texto.
Como lo mencionamos antes, Mazda llevaba años rozando el mercado de los vehículos premium. La llegada de CX-90 sin duda demuestra que ahora están listos para competir de lleno en un segmento donde el cliente valora hasta el último detalle posible.
Lo primero a mencionar es el uso de la nueva plataforma Large de la firma japonesa, la cual está pensada para productos norteamericanos de tamaños más grandes. Esta plataforma puede soportar mecánicas electrificadas, teniendo como protagonista en CX-90 a un propulsor de seis cilindros en línea con 3.3 litros de desplazamiento que genera 340 hp y 369 lb-pie de par, asistido por una hibridación ligera Mildhybrid .
Según los ingenieros de la marca, esta nueva base está pensada para vehículos de tracción trasera. Sin embargo, CX-90 tendrá tracción integral en las cuatro esquinas de serie. De igual manera la transmisión de ocho velocidades es completamente nueva, dejando a un lado el convertidor de par para dar paso a un esquema de embrague húmedo. Se ofrecerá también una versión híbrida enchufable con motor de 2.5 litros con cuatro cilindros, pero esa llegará hasta el próximo año a suelos nacionales.
La combinación de la mecánica de seis cilindros , con el uso de usa suspensión frontal de doble horquilla y embrague húmedo de ocho velocidades promete mucho, y solo será cuestión de que Mazda realice una puesta punto adecuada para que CX-90 sea un referente en cuanto a sensaciones de manejo en su segmento.
No es un secreto que, en los mejores hoteles y restaurantes del mundo, los encargados del estacionamiento siempre estacionan en la entrada aquellos coches que van con el estilo del lugar. Bajo este razonamiento, podríamos decir que la nueva Mazda CX-90 podría ser acomodada en la entrada de hoteles como el Four Seasons en París o Bellagio en Las Vegas.
El trabajo estético es francamente sobresaliente. Por donde sea que se le mire, notaremos un estilo completamente elegante y evolucionado. Parte importante es el largo del cofre, que suele ser asociado con vehículos de alta categoría gracias a las proporciones que muestra.
El frente es ligeramente diferente a los modelos actuales de Mazda, pero se podría decir que es una evolución que notaremos en el resto de su gama dentro de algunos años. La parte lateral está dominada por figuras alargadas y orgánicas, con unos rines de 21 pulgadas completamente nuevos.
Por si fuera poco, el cromo se hace presente en ciertos detalles. Aplausos a Mazda por usar la cantidad suficiente de este elemento y no tratar de llenar cada superficie con cromo para aparentar un “lujo” que en la mayoría de los casos resulta ser falso.
Parte especial de CX-90 es el color de carrocería. Ante la luz, es un tono de rojo brillante, pero en la sombra se oscurece casi por completo y parecería un tono morado completamente diferente. Bautizado como Artisan Red, este será un elemento diferenciador que, desde ciertos ángulos, resalta las líneas elegantes de la camioneta.
Previo a nuestro primer contacto con Mazda CX-90, en nuestra mente ya rondaba la idea de que la marca japonesa era una de las que mejores interiores tiene en cuanto a materiales, diseño y ergonomía.
Bastaron unos cuantos instantes conociendo el habitáculo de CX-90 para saber que Mazda se había superado a sí mismo, y de una manera sobresaliente. Gracias al uso de una plataforma más espaciosa, el interior tiene una serie de cambios que se notan de primera vista. Lo principal es un nuevo diseño para el tablero central que ahora acomoda más elementos y botones al centro de la unidad. La pantalla central es de gran tamaño y el cluster será 100 por ciento digital.
Lo que hay que resaltar es el uso de una selección de materiales de calidad sobresaliente. Al pasar la mano por las superficies de contacto, cada uno de los paneles de la camioneta se percibe de calidad, suaves y con un terminado que parecería de carácter artesanal por la atención al detalle que se tiene.
Pensada para reemplazar a CX-9, CX-90 también dispone de una configuración de tres filas de asientos que pueden acomodar hasta seis pasajeros de tamaño promedio. Gracias a que es más larga y más ancha que el modelo que reemplazará, esta SUV de gran tamaño tiene espacio de sobra en la segunda fila de asientos.
De igual manera, se podrán configurar de diferente forma el acomodo de asientos para elevar los espacios hasta ocho para cargar con toda la familia. Mazda recomienda las sillas tipo capitán en la segunda fila y dos espacios en la fila de hasta atrás para gozar de más espacio por persona.
Con productos como lo mostrado con CX-90, no cabe duda que las personas comenzarán a asimilar que Mazda sí puede ser una firma premium. Recalcamos que premium no es sinónimo de opulencia, y Mazda sabe perfectamente cómo jugar estas cartas para acomodar su futuro.
Aún faltan varios detalles por conocer de CX-90, así como su comportamiento dinámico en una prueba de manejo. Sin embargo, con lo conocido durante su presentación global en California, podemos saber que la firma japonesa va en serio con la transformación de marca.
Harán todo lo que esté en sus manos para fabricar vehículos que el mercado demande, sin dejar a un lado la experiencia del usuario, así como las sensaciones al volante y el uso de una filosofía de diseño e ingeniería que pocas marcas pueden presumir.
En cuanto a precios y detalles de versiones y equipamientos, Mazda no ha querido revelar muchos detalles. Sin embargo, creemos que CX-90 podría llegar por arriba del millón de pesos y competiría directamente contra modelos europeos de segmento premium-lujo.