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En vehículos de motor, como en muchos objetos de consumo diseñados por seres humanos, las características mutuamente excluyentes, las llamadas compensaciones son un sello inevitable. Estos atributos se expresan en una variedad de magnitudes, desde agilidad contra durabilidad , o la misma durabilidad contra rendimiento. Movemos una variable hacia arriba y perjudica otra. Movemos dos y lo que sube es el precio . Es la naturaleza misma, trabajando tras bambalinas.
Al momento de abordar la CX-5 , sin embargo, vamos a encontrar una extraña excepción. Acabados, armado y conducción que, sin estar en el “segmento Premium”, tienen la misma experiencia que sus compañeros del gremio con precio mayor. Esto se expresa en los materiales en la cabina : acentos en acabado metálico mate se hallan repartidos en diversos componentes, todos bajo un criterio de diseño de excelente gusto, alejado del aspecto inspirado de “Transformers enojados” que caracteriza a otras ofertas de la industria.
Para la versión que probamos, s Grand Touring 2.5L , el acabado en asientos, volante y palanca de transmisión es en piel, y a diferencia de otras opciones en el mercado, se percibe al tacto como piel auténtica y no un agregado de proteínas adheridas en una prensa. Sus botones, perillas y palancas de operación poseen un funcionamiento preciso, sin tolerancias sueltas o deslizamientos discordantes. Los sonidos sólidos del “click” de activación son opacados por el excelente sistema de sonido del desarrollador Bose, el cual cuenta con 10 bocinas de nítida salida.
En el camino, el motor 2.5 litros de 188 caballos de fuerza que está acoplado a una transmisión de 6 velocidades brinda una experiencia de manejo ágil, el vehículo se siente ligero. El rendimiento combinado de combustible anunciado por el fabricante, de 15 kilómetros por litro, en el caso de nuestra prueba fue inclusive superado, bajando menos de una doceava parte del tanque en varios días de recorridos de prueba y sesión fotográfica. Depende por supuesto de carga, terreno y altura del uso, pero como bienvenida resulta una agradable sorpresa. Muy práctico en tráfico urbano. Si lo que buscamos es incrementar el dinamismo, el botón “sport” está en el descansabrazos, listo a acentuar el comportamiento dinámico de este SUV.
Con la CX-5 , por 488 mil 900 pesos el factor valor por el dinero está más que evidente en la opción s Grand Touring , y si se busca mejorar ese índice, la gama comienza desde 389 mil 900 para la versión i 2WD.
La CX-5 es una opción que se distingue por atributos propios, en un segmento poblado. Satisface aspectos económicos, emocionales y racionales, y eso es ya mucho pedir.
