No es un secreto que el conflicto actual entre Rusia y Ucrania está afectando, de varias maneras, a la economía global. Ya sea por escasez de partes, falta de mano de obra o encarecimiento de materiales, la industria automotriz es una de las más golpeadas en estos momentos.
Según los analistas de la empresa S&P Global Mobility, se espera que, de seguir así la situación, al año se dejen de fabricar 2.6 millones de autos . El continente que más resentirá este fenómeno será Europa, seguido por América y Asia.
Los datos del estudio muestran que, tan solo en Europa, no podrán ser construidos más de 1.6 millones de unidades por la falta de componentes relacionados con los semiconductores. Ucrania resulta ser uno de los principales proveedores de arneses y otros componentes necesarios para la arquitectura eléctrica de un auto.
De igual manera, el paladio proveniente de Rusia es ahora uno de los materiales más escasos en la producción de un automóvil. Dicho país es productor del 40 por ciento del paladio utilizado en el mundo, del cual se utilizan dos tercios del total en la industria automotriz para los convertidores catalíticos.
La producción de vehículos ligeros en Norteamérica caerá cerca de medio millón de unidades este año y casi 550 mil para 2023. Esto se debe, en su mayoría, a la complejidad de la logística de importar materiales de otros lados del mundo, así como la falta de componentes en las líneas de ensamble.
“Esta no es la peor situación. En caso de que el conflicto se engrandezca, se espera que se pierdan cercad de 4 millones de unidades producidas este año,” comentó Mark Fulthorpe, director de S&P Global Mobility.
Una de las soluciones que se han analizado es mover la producción de componentes electrónicos fuera de Ucrania . No obstante, este proceso tomaría de 3 a 10 meses en ser completado debido a que, la mayoría de maquinarías, deberían de transportarse por tren.