Quien nos enseña a andar en moto es altamente responsable de los vicios o buenas prácticas que tendremos frente al manubrio.
De esta manera, hay quienes argumentan que es mejor tener todos los dedos sujetando el freno y el embrague, contra los que piensan que lo ideal es solo posar un par de dedos en el freno. En esta específica maniobra, no existe una verdad absoluta sobre qué es lo mejor, ya que la memoria muscular de cada quien creará un hábito que no compromete a la seguridad.
Sin embargo, existen muchos hábitos a bordo de la moto que ponen en riesgo nuestra integridad y al no darles la atención adecuada, es probable que dañemos nuestra unidad y consecuentemente, a nosotros mismos.
Pie de apoyo
Puede parecer muy obvio, pero uno de las malas mañas de muchos motociclista s es la de bajarse de la motocicleta y después poner el pie de apoyo para que la moto se sostenga.
Además de que esto representa perder tiempo al tener que hacer más de dos movimientos, puede provocar que caigamos de la moto o ésta se nos caiga, ya que por unos instantes quedará sin algo que la sostenga.
La práctica ideal señala que, una vez que apagamos la moto, aún subidos en ella, pongamos el pie de apoyo contra el suelo y posteriormente, descendamos sin comprometer a la unidad a nuestras capacidades de sostenerla.
Caminar con la moto
Otro mal hábito altamente común es el de avanzar con los pies en la motocicleta en lugar emplear las habilidades de conducción a bajas velocidades.
La razón principal por la que este es un mal hábito es que un repentino cambio de tracción, como grava, arena o aceite en el pavimento, hará que el pie resbale y caigamos de la moto.
Esta maña puede ser fácilmente erradicada si aprendemos a avanzar con ayuda del clutch y ambos pies en los posapies de la moto.
La importancia de la distancia
Mantener una considerable distancia con el auto o moto de enfrente es una de las herramientas de seguridad más útiles para no sufrir un accidente. Esto ayuda a reaccionar ante situaciones cambiantes y poder frenar sin golpearnos.
Las motocicletas frenan más rápido que los autos y en general, los tiempos de reacción de un motociclista son mejores que los de un automovilista. Sin embargo, al estar a bordo de una moto el conductor va más expuesto y cualquier clase de impacto, puede provocar una caída de consecuencias graves.
Por esa razón es recomendable que si alguien transita por detrás de ti, lo mejor que puedes hacer es cambiar de carril o ampliar tu distancia hacia el frente para reaccionar.
En ese mismo sentido, es altamente recomendable mantener una distancia con el auto que tenemos frente a nosotros para que, en caso de que éste frene súbitamente, no nos estrellemos con él a causa de la falta de espacio a una maniobra.
Mantener siempre en marcha
Otro mal hábito que, normalmente, se adopta desde que aprendemos a rodar es el de poner la motocicleta en neutral cuando llegamos a una parada.
Si bien esto es cómodo para descansar nuestra mano izquierda al soltar el clutch, no es lo más recomendable, ya que perderemos un tiempo en nuestra siguiente arrancada.
A pesar de que puede resultar cansado, es mejor mantener la primera marcha mientras sostenemos el embrague y de esa manera, avanzaremos inmediatamente cuando el semáforo nos indique que arranquemos.