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Lo más común es ver por la calle autos con un solo motor, pero durante años varias marcas han experimentado equipando más de un propulsor para aumentar la potencia, mejorar las experiencias de manejo o, simplemente, demostrar sus avances tecnológicos.
Sin embargo, este tipo de desarrollos no son cosa de la actualidad y se remontan hasta 1920, cuando se realizó el primer experimento con dos motores diseñado para ganar en las pistas de aquella época.
Poco tiempo después, el montar un motor en la parte trasera del auto era la forma “más sencilla” de conseguir tracción integral, lo que mejoraba su desempeño fuera del pavimento.
100 años después
del primer intento, hemos juntado algunos ejemplares que consideramos que en su momento destacaron por echar mano de dos motores. Algunos de ellos fueron solo diseñados con fines de competición, otros como conceptos y muy pocos llegaron a los pisos de venta.
GN Hornet - 1920
Poco se sabe de este automóvil por el hecho de ser fabricado a principios del siglo pasado , pero es considerado el primer experimento que juntó dos motores en un mismo chasis. Está documentado que la base era de un Citröen de la época, al cual se le montaron dos propulsores de Harley-Davidson que juntos producían 2.5 litros de desplazamiento y 60 hp.
Hoy en día existe una unidad que fue restaurada manteniendo el mismo principio de movilidad con dos motores de motocicleta y se le ha visto participar en el Festival dela Velocidad de Goodwood.
Citröen 2CV Sahara - 1958
El 2CV fue creado desde un principio con la idea de poder atravesar terrenos complicados sin la necesidad de mucha potencia , pero Citröen buscaba ir más allá y por eso desarrollaron la versión Sahara del compacto francés.
En este caso, se adoptó un segundo motor en la cajuela, de 425cc con dos pistones que se encendía de manera separada en la consola central cuando el conductor necesitaba de tracción en el eje trasero. Solamente se fabricaron 694 ejemplares con dos motores y hoy en día pueden llegar a costar hasta 95 mil dólares en excelentes condiciones.
Volkswagen Twin-Jet - 1981
Hasta ese momento, el Golf GTI era lo más radical que podías comprar en los concesionarios de la firma alemana, pero en Volkswagen estaban desarrollando un Jetta con dos motores para lanzarlo a la venta poco tiempo después.
Este concepto ocupaba el espacio de la cajuela para albergar un segundo motor de 1.6 litros extraído directamente del Golf GTI dando una potencia combinada de 220 hp. Sin embargo, el peso extra no le cayó bien al experimento y terminó por ser desechado, pero sentó las bases para la tracción integral con dos motores en Volkswagen que después por poco los acercaría a la gloria en Pikes Peak.
Mosler TwinStar - 2000
En la década de los 90 y principios de los 2000, uno de los mejores motores V8 que había en el mercado era, sin dudas, el Northsar V8, que se equipaba en algunos Cadillac de la época. A la firma de modificaciones Mosler se le ocurrió que montar dos de estos bloques en un auto era buena idea y crearon el TwinStar.
Tomaba como base un Cadillac El Dorado y pusieron un segundo motor V8 en la cajuela , dando como resultado una bestia de tracción integral con 600 caballos de fuerza que podía acelerar desde 0 a 100 km/h en menos de 4.5 segundos.
Se fabricaron solo 5 unidades con esta configuración, y hoy en día están valuadas en aproximadamente 40 mil dólares.
Mercedes A38 AMG - 2001
Considerado como uno de los experimentos más interesantes de la firma de la estrella, este Clase A de principios del siglo montaba un segundo motor de 1.9 litros entre las ruedas traseras y dejaba el espacio de la cajuela libre, algo que no se había visto en experimentos anteriores.
La potencia total de este pequeño cohete de bolsillo era de 250 caballos de fuerza, aceleraba de 0 a 100 km/h en 5.7 segundos y su velocidad máxima era de más de 200 km/h. Se sabe que se construyeron dos ejemplares para pruebas, pero el único que rodó de manera legal por las calles fue regalado a Mika Hakkinen, piloto Finlandés campeón de la F1 en 1998 y 1999.
BMW i8 - 2014
Cuando se lanzó este coupé deportivo de BMW , rompió todos los paradigmas de la movilidad híbrida. No fue hasta la llegada del i8 , que las marcas comenzaron a explorar un horizonte deportivo en la electrificación . La propuesta alemana cuenta con dos motores, uno a base de gasolina turbocargado con 3 cilindros y un propulsor eléctrico que ayuda a acelerar a los 100 km/h desde cero en 4.4 segundos.
La producción de este auto llegó a su fin hace unos meses y, tomando en cuenta el comportamiento de los ejemplares mencionados anteriormente, en algunos años las últimas unidades fabricadas elevarán su costo para los coleccionistas.