Los “muscle cars” son autos que están diseñados para la velocidad y para ser modificados por sus dueños. Desde elementos estéticos o aerodinámicos hasta cambios en el motor, tomas de aire o reprogramaciones para generar mayor potencia.
Dodge es una marca que tiene una esencia de “muscle car”, con autos como el Challenger o Charger, que son de los favoritos para realizar este tipo de cambios. Sin embargo, el futuro eléctrico de la marca se acerca y esto llegará a su fin…aparentemente.
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Modificaciones controladas
Con los motores de gasolina, basta con acudir a un taller especializado en modificaciones para incrementar la potencia total. En los eléctricos, como son más cercanos a una computadora por todos los sistemas, Dodge tendrá bloqueada toda clase de intervención ajena a ellos.
Solamente de manera oficial, es decir, en talleres Dodge , es que se podrán hacer toda clase de cambios que van directamente ligados a la computadora central del auto. Esto tiene como objetivo hacer que el incremento de potencia sea controlado y sin generar alguna falla que pueda derivar en corto circuito.
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Esto será particularmente notorio en vehículos como el Charger Daytona SRT, un eléctrico que sigue como concepto pero que la marca declara potencias de entre 455 y 800 caballos de fuerza gracias a los cambios hechos de manera oficial con la marca.