Considerado como el mejor piloto en la historia de la Fórmula 1, Ayrton Senna protagonizó un gran número de momentos icónicos en la historia del deporte motor. La mayoría de ellos fueron buenos, rompiendo récords, coronándose campeón o llevando el auto a límites inimaginables.
No obstante, como toda persona, Senna tuvo sus malos momentos. Uno de ellos cambió la forma en la que la Fórmula 1 era vista en esa entonces. Se corría en Japón el GP de Suzuka de 1993 y un novato sobresalía del resto; nombrado Eddie Irvine , el joven piloto terminó en octavo.
Sin embargo, un accidente con Senna opacó la gran actuación del joven irlandés. Cuando Ayrton estaba por sacarle una vuelta, Irvine le dificultó el adelantamiento por algunas curvas, lo que molestó al piloto brasileño.
“Ayrton iba a sacarle una vuelta a Irvine y no pudo. Eddie simplemente no se movía y le estorbó a Senna. Ayrton estaba tan enojado que, cuando acabo la carrera, fue con Irvine para hacerle saber su molestia,” comentó Rubens Barrichello, piloto de F1 compañero de Irvine en ese momento.
Después de la carrera, Senna demostró su enojo en la conferencia de prensa, calificando a Irvine como alguien “poco profesional”. Su enojo era tanto, que acabando la entrevista salió del lugar para buscar a Eddie y confrontarlo.
“Estás loco, no sabes lo que significa una bandera azul,” comentó Senna. “¡Y qué!”, respondió Irvine. El piloto brasileño se llenó de ira en el lugar y, según Barrichello, se puso muy nervioso de que alguien le contestara de esa forma.
Entonces Ayrton golpeó con su puño derecho a Irvine y este cayó en las piernas de Barrichello. Senna recibió una multa económica por el golpe y dos fechas de sanción por el comportamiento mostrado ante los comisarios.